Lula intervino para que Odebrecht financiara la campaña de Mauricio Funes en 2009

La mujer de Joao Santana, asesor del expresidente salvadoreño asilado en Nicaragua, señaló ante un juez que la invitación para realizar la campaña de Funes partió de Gilberto Carvalho, jefe de gabinete del entonces presidente Lula (2003-2010).

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Por Agencias

2018-02-06 10:00:53

El publicista Joao Santana reiteró este martes ante el juez Sergio Moro, responsable de la operación Lava Jato en primera instancia, que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva intermedió para que la constructora Odebrecht financiara la campaña presidencial vencedora de Mauricio Funes en El Salvador (2009).

Santana, responsables por las campañas electorales ganadoras del Partido de los Trabajadores (PT) en 2006 (con Lula da Silva) y 2010 y 2014 (con Dilma Rousseff), repitió la denuncia ante el juez Moro, en el marco de uno de los siete procesos abiertos contra el exmandatario, informó el diario O Globo.

El publicista, quien ya había firmado un acuerdo con la Justicia en 2017 a cambio de una reducción de su pena, volvió a contar que Lula le solicitó que contactara con el entonces presidente de Odebrecht, Emilio Odebrecht, para que realizara unos pagos, ya que el dinero para la campaña de Funes había acabado a un mes de la disputa electoral.

La mujer de Santana, la también publicista Mónica Santana, señaló al juez Moro que la invitación para realizar la campaña de Funes partió de Gilberto Carvalho, jefe de gabinete del entonces presidente Lula (2003-2010).

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Las declaraciones fueron publicadas por el Tribunal Supremo Federal de Brasil.

De acuerdo con las declaraciones de Mónica Santana, recogidas por el diario O Globo, el PT tenía interés de que “la izquierda ganara en varios países de Latinoamérica”.

Las declaraciones sobre la campaña de Funes realizadas por los publicistas ante el juez Moro, en calidad de testigos de la acusación, ya habían sido hechas ante el Ministerio Público de Brasil, en el marco de un acuerdo de “delación premiada” firmado en 2017 a cambio de la reducción de sus condenas.

En dicho proceso, el juez Moro investiga si Lula se vio beneficiado de las reformas millonarias que dos constructoras (Odebrecht y OAS) realizaron en una casa de campo cuya propiedad se le atribuye en Atibaia, en el interior del estado de Sao Paulo.

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De acuerdo con el denunciante, los traspasos de dinero tenían la autorización del entonces presidente Inacio Lula da Silva, vinculado entonces con Funes y Vanda Pignato, según la publicación del portal brasileño Folha De S.Paulo

El expresidente brasileño se encuentra cercado por la Justicia y el pasado 24 de enero un tribunal en segunda instancia ratificó y amplió su condena a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.

A pesar de la condena, Lula, quien lidera todas las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones presidenciales del próximo octubre, ha expresado su deseo de ser el aspirante del izquierdista PT.

Sobre los sobornos de Odebrecht

En la trama de sobornos que montó la constructora brasileña Odebrecht salieron a la luz señalamientos hacia Mauricio Funes y Vanda Pignato, de que recibieron cerca de $1.5 millones de dólares en 2008 para financiar la campaña electoral que llevó a Funes a la Presidencia con el FMLN.

Exprimera Dama, Vanda Pignato, y expresidente Mauricio Funes. Atrás de ellos Joao Santana, quien realizó la campaña para que el exmandatario llegara al Ejecutivo con el FMLN, en 2009. Foto EDH / archivo

A Pignato la señala Mónica Moura, la esposa del amigo y expublicista de la campaña de Funes, Joao Santana, de haber sido la intermediaria para hacer llegar dinero ilícito desde un fondo de Odebrecht a la campaña de su exmarido.

Tanto Pignato como Funes han negado estos señalamientos.

Este tipo de financiamientos de Odebrecht a campañas políticas, así como sobornar para conseguir contratos de obras públicas en distintos países, viene siendo investigado en distintos países desde que se destapó el caso en Brasil a través de la operación “Lava Jato”.

Mediante una investigación y juicio realizado en Estados Unidos, Odebrecht admitió haber cometido delito de soborno al pagar $788 millones en al menos otros 12 países, entre ellos 8 de América Latina para conseguir contratos públicos.