“Vamos a comenzar el ritual”, dice Carlos Córdova justo antes de maquillarse, 20 minutos después el rostro largo, con pómulos marcados, de aquel hombre originario de Tonacatepeque ha quedado oculto y ha surgido el peculiar y excéntrico Charlie.
Charlie es el personaje principal interpretado por Johnny Depp en la película Charlie y la fábrica de chocolate, dirigida por Tim Burton en 2005.
Vea galerías completa de imágenes
Carlos no descuida ningún detalle de su transformación. Se pega pestañas postizas, usa gafas blancas y un sombrero negro con detalles rojos.
Las poses y gestos terminan de darle vida al personaje de Charlie.
La gente ríe, con cierto nerviosismo, ante la sorpresa de tener frente a frente al personaje que han visto solo en las películas de Hollywood.
Carlos ingresa a la fábrica de chocolates Melher, en Mejicanos, la rutina en la línea de empaque se interrumpe.
Charlie es el personaje principal interpretado por Johnny Depp en la película Charlie y la fábrica de chocolate, dirigida por Tim Burton en 2005. Foto por Gerson Sánchez
Lea también: Caracterizar los nuevos personajes es un proceso
El salvadoreño suma 10 años de caracterizar personajes que el actor estadounidense Johnny Depp ha llevado o retomado en la pantalla grande, entre ellos: el capitán Jack Sparrow, de Piratas del Caribe; el Sombrerero Loco, de Alicia en el país de las maravillas; Charlie, de Charlie y la fábrica de chocolate; además, de Edward, de El joven manos de tijera.
“Cada uno es muy diferente, se deben estudiar, investigar el origen, los detalles de cada uno son importantes, no basta solo ver la película, toma un plus (extra) el trabajo actoral. A veces son hasta estados de ánimo los que se reflejan. Es toda una técnica la que se debe poner en práctica”, detalla Carlos.
Te puede interesar: Carlos también es profesor de estatuismo
La aventura y la magia de recrear a los personajes del cine inició por que uno de sus amigos le sugirió que probara caracterizar a los personajes de Depp, pues los rasgos de su rostro le darían ventaja.
“Se invierte un poco, la idea es representar lo mejor posible cada personaje, por ejemplo, las gafas son traídas de Estados Unidos, aquí no hay”, revela.
Comenta, además, que algunas prendas del vestuario, como el saco, son mandadas a hacer.
Visita sorpresa a la fábrica
Así, vestido de Charlie, Carlos ingresa a la fábrica de chocolates Melher, en Mejicanos, la rutina en la línea de empaque se interrumpe.
Foto por Gerson Sánchez
¿Quién es él? pregunta una empleada, otra le responde es el dueño de la fábrica, sí de la fábrica de chocolates, le repite entre risas.
“De todos los personajes, Charlie es el más delicado, hasta refinado puede lucir. Me encanta la reacción del la gente cuando lo ve”, detalla Carlos.
Revuelo en el centro capitalino
Carlos guarda a Charlie para darle paso a Edward, de El joven manos de tijera.
Utiliza un traje negro confeccionado en cuerina y una especie de arnés con detalles metálicos plateados.
Además, en sus manos usa dos estructuras elaboradas en hierro, las cuales simulan ser guantes, en los dedos de la mismas fueron soldadas dos tijeras de jardinería y otras utilizadas para cortar cabello.
Foto por Gerson Sánchez
Para fabricar ese accesorio uno de sus amigos, quien trabaja estructuras metálicas, le ayudó. “Aquel (el amigo) solo me vio cuando le llevé las tijeras, pero como ya me conoce y sabe que soy medio loco…, y así resultó”, recuerda.
Foto por Gerson Sánchez
El calor es sofocante dentro del traje, con algunos minutos de uso Carlos necesita tomar agua, transcurrido el tiempo total de la presentación la camisa que lleva puesta, también, esta empapada en sudor.
“Con Tijeras me identifico, a lo largo de mi vida he tenido muchas broncas”, añade.
Buscando a Alicia
El Sombrerero Loco, este quizás es uno de los personajes que más detalles necesita, implica hasta el uso de lentes de contacto y más de media hora para maquillar.
“Depende que también se quiera presentar (El Sombrerero) así se hace el vestuario, es decir, uno puede buscar hasta en las ventas de usados pero siempre la ropa y los accesorios deben ir acorde”, comenta.
Te puede interesar: El robot bailarín, sensación en las fiestas ahuachapanecas
Un puñado de carretes metálicos cruzan en diagonal el traje, esos fueron cosidos a mano y de uno en uno.
“El Sombrerero es con el que más me divierto, es que da la posibilidad de molestar al público, me pongo a hablar solo, la gente llega y me pide fotos y sigo hablando solo, no paro, o me pongo a correr de un lado a otro”, comenta entre risas.
Foto por Gerson Sánchez
Por momentos se queja, los lente de contacto le incomodan, eso le hace recordar que al inicio hasta lloró por que no se los podía poner, pero luego le explicaron como hacerlo y todo fue mejor.
“A veces se me cruzan los personajes, estoy con Tijeras y hago bromas como si fuera el Sombrerero, y ya mi novia me recuerda que estoy con Tijeras.
Todos (los personajes) tienen su reto. Por ejemplo, el pirata, por el pelo me resulta un tanto incómodo, la barba y el bigote van pegados a la piel y debo de cuidar que siempre se vea bien”, detalla Carlos. Sin embargo, la complejidad para representar al capitán Jack Sparrow es superior, tanto que Carlos debió revisar a detalle la sinopsis de las películas para entender y poder ejecutar los movimientos de ese reconocido pirata de ficción.
Foto por Gerson Sánchez