Julia, la profesora “más antigua” de El Salvador

De acuerdo con la Asamblea Legislativa se ha convertido en la profesora con más años de trabajo en El Salvador

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Julia Orellana, de 88 años, maestra del Colegio la Fe de Chalchuapa. Foto/ Marlon Hernández

Por Leidy Puente

2017-05-02 5:43:22

“A la mente hay que darle trabajo para que se mantenga hábil”, dice Julia Orellana, y tiene argumentos a su favor. Lleva 73 años dictando clases, lo que la convierte, de acuerdo con la Asamblea Legislativa, en la docente en ejercicio más antigua del país. Un orgullo para ella, que ha sido testigo y protagonista de los cambios que ha vivido la educación salvadoreña, desde 1944.

Hoy, a sus 88 años, parte cada mañana desde su casa en Ahuachapán para impartir clases de Ortografía y Caligrafía en el colegio la Fe de Chalchuapa, Santa Ana, lugar en el que ha pasado “toda su vida”, comenta.

A las seis de la mañana sale de su casa con el entusiasmo de ver a sus niños. A las 7:00 ya está en el colegio, donde la esperan sus alumnos desde parvularia hasta noveno, “todos con la alegría de aprender con la señorita July, como me llaman de cariño”, dice la distinguida maestra.

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Asegura que el trabajo que más recuerda fue su primera experiencia como docente, con los niños de parvularia en 1944, ya que emprendió en la profesión cuando cursaba sexto grado.

“Yo empecé como auxiliar, repartiendo libretas y apoyando a la maestra de parvularia en las actividades, pero en ese año la maestra nombrada se enfermó, tuvo que dejar a los niños y porque yo ya los conocía, me dejaron a mi como profesora oficial”, destacó.

“A pesar que estudié hasta sexto grado, me hice maestra a puro machete, solo recibí un curso de pedagogía”, agregó.

Ante la situación, Orellana se esmeró por dar lo mejor a los niños y encontró una de sus estrategias en la música, aprendió a tocar violín y de esta forma instruía a los más pequeños.

Menciona, también, que en 1970, tras la muerte la fundadora del colegio La Fe, ella quedó al frente del centro de estudios y desde entonces lo ha liderado.

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A lo largo de su carrera, su labor ha sido reconocida por varias entidades, obtuvo el título de “Mi maestro favorito”, de la subsecretaría de Cultura, Juventud y Deportes, el de “Maestra distinguida”, otorgado por el concejo municipal de Chalchuapa y recientemente el título de “Distinguida Maestra de El Salvador”, otorgado por la Asamblea Legislativa, esto gracias a sus trascendentales e invaluables aportes al conocimiento humano, con énfasis en la educación de la niñez y juventud salvadoreña.

Además, ha participado activamente en todo lo relacionado con la ciencia, arte, cultura, educación y deporte, así como lo relativo a movimientos religiosos. Se ha distinguido por la preservación del patrimonio cultural e histórico de su municipio, lo cual ha permitido conservar la identidad cultural de la centenaria ciudad de Chalchuapa.

En octubre del año pasado, la ex presidenta de la Asamblea Legislativa, Lorena Peña Mendoza, manifestó que la labor de la “señorita July”, es una de las tareas más importantes que requiere el país para desarrollarse: la educación. “Ojalá que las maestras y maestros jóvenes tomen ejemplo de ella. Si una labor no puede ser mercantil es la educación, es igual a la salud; requieren vocación, espíritu de servicio y amor a la gente”, dijo Peña en aquella ocasión.

Por su parte, el diputado Juan Carlos Mendoza (GANA) resaltó la calidad humana de la galardonada, que le ha permitido el respaldo de la población de Chalchuapa. “Desde el año 1944 comenzó su carrera, formando a los más pequeños. Sus atenciones a las niñas y niños para su aprendizaje hicieron que se ganara el reconociendo de los demás”. dijo en Octubre.

Pero no todo es mirar hacia el pasado. Julia se mantiene al tanto sobre los debates en educación y tiene sus posturas. Dice que su labor no termina, porque ha adquirido el compromiso de preservar la ortografía y la caligrafía en las nuevas generaciones.

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“Casi solo yo me he quedado enseñando letra de carta, pero es importante para los cipotes. Por lo menos en el colegio La Fe, esto no se ha perdido y es mi compromiso”, enfatiza.

Respecto de los alumnos de hoy y cómo eran antes, agrega que “todo es cuestión de saberlos llevar”, aunque hoy es mucho más difícil educar, la maestra revela que su arma secreta es “prohibirles ir a jugar pelota”, si se portan mal. De esta manera mantiene la disciplina en su salón de clases. “Con una mano se aprieta y con la otra se suelta”, dice entre risas.

Julia Orellana, de 88 años, maestra del Colegio la Fe de Chalchuapa. Foto/ Marlon Hernández

El próximo septiembre, Julia Orellana cumple 89 años y actualmente está con licencia por problemas de salud, sin embargo desde su casa sigue enviando los cuadernos de sus alumnos con su respectivas planas de caligrafía y una regla ortográfica en cada página, asegurando que va a regresar, porque no hay mayor satisfacción que ver a sus ex alumnos como doctores, abogados, licenciados e incluso diputados y que ellos le digan “le agradezco señorita July que me quitó la ida a jugar para que yo aprendiera”, expresa.

“La verdad es que la docencia me ha dado vida”concluyó satisfecha de su labor.

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