El aterrador relato de un intento de secuestro en un autobús de San Salvador

Una maestra de inglés que abordó un autobús en San Salvador relata cómo un delincuente la atemorizó por varios minutos.

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Imagen tomada de blog personal

Por elsalvador.com

2017-03-13 6:22:00

Una profesora de inglés publicó en sus redes sociales, el impresionante momento en que un pandillero la mantuvo amenazada por varios minutos al interior de un autobús que recorría desde el Salvador del Mundo hacia el centro de San Salvador. 

La profesional relata que temió por su vida, y que se comunicó con un par de amigos para enviarle un mensaje a su madre.

El último informe de la Policía Nacional Civil (PNC) revela que en El Salvador, han asesinado 1,150 mujeres en el país en tan solo dos meses. 

A continuación el relato:


“El sábado 11 de marzo  a las 5:00 p.m. aproximadamente, decidí abordar el autobús que abordó de manera usual , como lo hago después de dar clases de inglés a personas adultas. Al pasar en los alrededores del “Salvador del Mundo”, decidí sentarme en la parte final del autobús, como de costumbre este bus es con vidrios polarizados y con aire acondicionado.

Nunca pensé que mi vida estaría a punto de cambiar. Bueno, se subió un tipo que al verlo mi corazón saltó, se sentó detrás de mi. Su primera frase fue ¡Tengo frío! y comenzó a toser, de pronto me dijo: 

¿Tú eres hermana de C…? Y,  le dije: No señor, para nada. No tengo hermanos “varones”, y comenzó a decirme cosas como: “Te traemos vigilada los chavos que se subieron después van en contacto conmigo, si te moves, si gritas, si haces algo, te mato y te juro que te mato “pendeja”, soy de la pandilla y creo que te confundimos pero luces exactamente igual que la “fulana”, bueno vos enseñame que “Phone” andas y le enseñé mi teléfono y le dije:  señor hace poco me asaltaron andaba uno igual de feo, pero este es el que tengo, me lo devolvió el teléfono pero me pidió que le diera mi contraseña y revisó todas las conversaciones, al darme mi celular me dijo: “Dame el dinero que andas”,  y yo no andaba más de $10 para ser honesta es demasiado dinero para lo que usualmente ando, bueno al darselo le dije: “Señor, me puede dar una moneda para irme al siguiente bus”.

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Y, me dijo : Y, vos penxxx ¿Pensás que te irás a tu casa? Ahora te vas conmigo, y con los otros chamacos que se subieron después de mi, te tenemos controlada y si gritas te repito te mato, juró que te mató…

Se pasó a mi asiento, dejándome del lado de la ventana (mi corazón se aceleraba), me dijo: “Abrí tu bolsón quiero revisar”, le enseñé los libros, todo lo que cargaba que en teoría no era importante pero sí lo es para mi y las clases de inglés claro que lo eran. Me preguntó: ¿Qué haces de tú vida? Sé honesta (jamás en mi vida pensé que dependería de una pregunta tan directa como esa), le respondí:

“Doy clases de inglés a personas de escasos recursos, siento que nací para ayudar a los demás y esa es mi misión ayudar a los niños a cumplir sus sueños, básicamente eso hago”, y me preguntó: ¿Sos virgen? (en ese momento sacó su pistola y me traía apuñala en mi lado derecho, la cargo frente a mí), decidí quedarme callada a su pregunta y me grito: ¡Respondé! Y, le dije: “sí señor, lo soy”. 


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Me dijo: “A tú edad y con eso, vales mucho más de lo que te imaginás” , le dije: “Señor yo no valgo nada, no soy bonita, no soy nadie importante, no tengo dinero, no soy nadie, no me meto con nadie, si tiene hija piense que esto le podría pasar a ella”, me dijo a mí no me importa más lo que ganaré contigo  así que harás lo siguiente: “Me pasaré al otro asiento cuándo te haga una mueca te bajarás conmigo, haremos como que vamos para la misma parada, ten encuenta que te traeré apuntada desde el otro asiento” (Cosa que así hizo durante más de 15 minutos), bueno se pasó y me quedé sola en el asiento en un momento de descuido le escribí a dos amigos que siempre me responden al momento dándoles la misma indicación: “hablenle a mi mamá, me está pasando esto por favor no le digan ahorita, solo díganle que me tiene que esperar en x centro comercial” (En ese momento que logré escribirles de manera rápida , pensé tantas cosas: fue como “ver mi vida en un minuto”, pensé en que jamás amé de verdad, no marqué huella en la sociedad como tanto lo quería realizar ni en la vida de nadie, no le dije a mis perritos que los amaba de verdad y que quería estar con ellos siempre, mi familia ¿Mi mamá? ¿Qué hará ella?, en serio ¿a dónde terminaré y si me llevan a otro país, en serio pensé : ¡Dios mío! ¡Ayudame! , en serio siento que no soy mala persona pero necesito de ti ahora, de pronto un montón de gente comenzó a subirse al bus (Ya llegando al centro) , de pronto los hombres se levantaron y el cabecilla me dijo: “Tomá morra (me tiró $1 ), tienes suerte pero no te quiero ver en está ruta, no te ves mala gente y me respetaste y eso me gusto”, se bajaron  y en ese momento volvió mi corazón a su lugar, jamás había valorado mi vida tanto como en ese momento…

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Estoy escribiendo esto por muchas razones, entre mis ojos llenos de lágrimas, mi corazón hecho pedazos y con sueños que pensé que quedarían en sueños al escuchar cargar esa pistola les digo: “Amen a su familia, cuídenla, disfruten cada día, la vida les puede cambiar en un segundo, disfrutenla!, los problemas estarán la vida se nos va, el tiempo es caro, señores ayudemos a nuestro país a que mejoré está situación no formemos parte del problema, este conflicto llamado “intento de secuestro”, terminó de manera positiva… y puedo contarla yo y no formar parte de las estadísticas de personas desaparecidas o que no son identificadas en Medicina Legal, en serio. Sigamos trabajando por nuestro país, me siento en conflicto emocional pero con un grano de esperanza que terminó de manera positiva la historia, esto solo reafirmará mi compromiso por mi país.

De paso me disculpo si en algún momento les he fallado, pero de hoy en adelante las cosas serán diferentes…

Me despido con muchas lágrimas pero agradecida con la vida por la oportunidad que se me dio, y gracias por su apoyo…”


En febrero pasado, un joven universitario también publicó en sus redes sociales cómo lo asaltaron en el Día de la Amistad.

Sucedió en una unidad de transporte como el caso anterior.

Acá su relato:

“Feliz día de la amistad y amor para todos mis contactos”

Hoy -que en apariencia es una fecha en la cual afloran los mejores sentimientos de las personas- fui víctima de un robo.

Me transportaba en la ruta 44.

Un sujeto me impidió salir del lugar en el que me encontraba sentado, colocándome un cuchillo cerca de las costillas.

Pude experimentar, de nuevo, esa sensación desconcertante de no saber qué va a suceder con la vida, producto de la impotencia que encierra ser despojado de un objeto sin la posibilidad de reaccionar.

Ninguna persona que iba en el autobús, ya sea por indiferencia o desconocimiento de la situación, trató de intervenir.

El celular en sí no era importante para mí, sino más bien la función que desempeñaba para mis estudios y trabajo.

Luego acudí a la Policía, con la tentativa de que pudieran brindarme alguna posibilidad de recuperarlo.

La respuesta de las autoridades, claro está, estuvo revestida de burocracia, alegando que tenía que conocer datos bastante específicos del celular para poder establecer una denuncia formal.

Finalmente, resignado, dejé así las cosas.

Creo que, en última instancia, y de forma progresiva, la mayor parte de nosotros nos hemos transformado en espectadores de una realidad que hace mucho nos sobrepasó.

Vivimos aislados, en zonas fortificadas, con alambre razor y portones de metal, siempre a la expectativa de mantener un perfil bajo para que la violencia no nos alcance. Pero súbitamente llega hasta nosotros.”

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