La diabetes afecta cada vez más a los adolescentes en San Miguel

Desde el 2010, se mantiene la incidencia de niños y adolescentes que han necesitado atención hospitalaria por la diabetes. 

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Foto de referencia/ Archivo. / Foto Por Lissette Monterrosa

Por Xenia González Oliva

2017-03-13 5:17:00

Claudia era una niña cuando perdió a su madre debido a una complicación provocada por la diabetes o, como ella le dice, “del azúcar”. 

Aunque la enfermedad había sido la raíz de la tragedia familiar, ella admite que no sabía nada sobre la diabetes, nunca había estado en control y no creyó tenerla cuando empezó a padecer extraños síntomas: un constante decaimiento, dolores de cabeza que parecían no tener fin y su vista cada vez más borrosa. “Solo durmiendo quería pasar”, recuerda.

Claudia fue a un hospital cuando un día comenzó a ahogarse y nadie sabía qué hacer. La llevaron desde su casa en El Jagüey, un cantón de Conchagua, La Unión, ubicado en una de las últimas esquinas de El Salvador, hacia el hospital San Juan de Dios de San Miguel.

“No sabía nada de la enfermedad… ni sobre tener esa enfermedad, pero es terrible”, cuenta Claudia, quien nuevamente se encontraba esta semana en una cama del hospital.

Ha pasado más de un año desde que fue diagnosticada con diabetes insulinodependiente. Claudia, ahora de 20 años,  volvió a ser ingresada por “un fuerte dolor en el estómago, que no entendía que era, una infección y un pulmón malo”. En esta ocasión la trasladaron desde el hospital nacional de La Unión hacia San Miguel debido a su grave estado.

Claudia, desde su cama, luciendo muy débil a pocas horas de recibir el alta, confiesa que se pregunta por la herencia que su hija de dos años podría recibir. Piensa que tuvo suerte al no padecer ninguna complicación durante el embarazo y en que debe llevar a su hija a un control médico cuando regrese a casa, donde seguirá su dieta “sin pan dulce ni gaseosas” para evitar más problemas en su salud.


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En el hospital de San Miguel no son raros los pacientes adolescentes que se dan cuenta de  que padecen diabetes hasta llegar por una grave descompensación en su salud. Tampoco son escasos los casos que ya están en tratamiento, pero se complican por no cumplirlo o descuidarse en la dieta que deben llevar.

“Son los malos hábitos los que están relacionados con el aparecimiento cada vez más frecuente de diabetes en los niños, adolescentes y adolescentes embarazadas”, sostiene la endocrinóloga, Xiomara Juárez.

En el hospital de San Miguel, donde Juárez da sus consultas, la diabetes destaca entre las primeras causas de egreso de adolescentes.  

 

A través de una base de datos provista por el Ministerio de Salud de todos los egresos hospitalarios de pacientes de 12 a 18 años, desde enero de 2010 hasta noviembre de 2016, se pudo observar que de los 30 hospitales del país, el que ha tenido la mayor cantidad de egresos de adolescentes ha sido el de San Miguel con un total de 29,432 casos en ese período.

En comparación, el Hospital Nacional de la Mujer acumuló 20,830 egresos de pacientes en ese grupo de edad.

Al igual que el resto de los hospitales del país, exceptuando el Rosales y el Bloom, en San Miguel es el parto único espontáneo el que persiste como la principal razón que lleva a una menor de entre 12 y 18 años a requerir atención hospitalaria.

Al separar solo los diagnósticos relacionados a enfermedades crónicas, en el hospital de San Miguel la primera causa de egresos de adolescentes es la Enfermedad Renal Crónica, en segundo lugar la Diabetes Mellitus Insulinodependiente con coma y en tercer lugar la Enfermedad Renal Crónica, estadio 5. Dichos problemas renales también pueden ser acompañados por diabetes. 

Este tipo de enfermedades son las que provocan que un niño o adolescente, pase más tiempo ingresado, requiera tratamientos más costosos y, además, provocan duros golpes a su calidad y estilo de vida. Por ello, el personal de salud que ha observado esta tendencia de casos entre adolescentes esta preocupado.

Juárez explica que la diabetes tipo 1, la que requiere de insulina, es mucho más frecuente en los niños y los adolescentes, ya que está relacionada a factores genéticos.

En cambio, la diabetes tipo 2, no insulino dependiente, es más frecuente en el adulto. 


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Pero, durante los últimos años, la diabetes tipo 2 ha comenzado a volverse más prevalente entre los niños y adolescentes. El fenómeno estaría relacionado con los malos hábitos alimenticios y el aumento de obesidad o sobrepeso en los niños.

Por ejemplo, entre 2010 y 2016, 56 niños de entre 12 y 18 años fueron ingresados por Diabetes mellitus insulinodependiente con coma, 34 por Diabetes mellitus no insulinodependiente con coma, 32 por Diabetes mellitus insulinodependiente con cetoacidosis, 23 por  Diabetes mellitus que se origina con el embarazo y 19 por Diabetes mellitus no insulinodependiente con cetoacidosis. Puede observarse que la cantidad de casos de ambos tipos de diabetes ya es muy similar.

Que un adolescente llegue en coma implica una complicación muy severa, al igual que la cetoacidosis que es un paciente jadeante, con respiración acelerada, deshidratación, glicemia altísima, explica Jeny Brenda de Nolasco, jefa de Epidemiología. 

Juárez lamenta que, en sus más de 17 años de ejercer como médico, no ha visto esfuerzos por educar a la población y prevenir el desarrollo de las enfermedades crónicas, como se realiza con las diarreas y las muertes maternas. 

En este caso también se ve el impacto de los embarazos adolescentes. Hay muchas menores que desarrollan diabetes gestacional, en la mayoría de los casos se revierte tras el parto, pero algunas no cumplen con sus chequeos o reciben una mala dieta al salir del hospital. 

“Les dan a comer tablilla, queso seco, les dan muchas cosas y quedan diabéticas. Siempre relacionado todo con la cultura de la población. La educación que tiene el pueblo es una educación nula en estos aspectos”, dice Juárez. 

Queda embarazada es uno de los principales temores de Karla, una niña de 14 años, que fue diagnosticada con diabetes a los 7 años. 

“Si me la manejo alta (el azúcar), me muero yo y se muere el bebé”,  comenta.