Fotos: Ahuachapán, el paraíso en el occidente de El Salvador

Los visitantes tienen varias opciones donde disfrutar con la familia en este municipio, que también se caracteriza por su tranquilidad y seguridad.

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 Uno de los lugares más reconocidos es termales de Santa Teresa, un apacible lugar.

/ Foto Por EDH

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2017-02-23 2:00:00

Ahuachapán es una de las principales cabeceras departamental del occidente del país y está ubicada a 100 kilómetros de San Salvador. Este municipio cuenta con lugares mágicos e históricos que pueden ser visitados durante el fin de semana.

La cabecera departamental es conocida como la capital geotérmica de Centroamérica.

LaGeo, una empresa generadora de energía eléctrica con base a recursos geotérmicos, relata en su página de Internet que cuenta con 57 pozos perforados, entre productores, reinyectores y de monitoreo.

Estos se encuentran en una área de 2.5 kilómetros cuadrados y tienen una profundidad que oscila entre los 600 y 2,700 metros.

Los visitantes de este municipio pueden disfrutar de estas maravillas naturales, ya que existen lugares adecuados para que, incluso, puedan tomar un baño con aguas termales.


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A ellos se ingresa por la calle al cantón El Barro. Uno de los lugares más reconocidos es termales de Santa Teresa, que ofrece al público cerca de una treintena de piscinas.

El lugar se encuentra a dos kilómetros de la ciudad; pero si los turistas lo que desean es disfrutar de aguas más frías, pueden visitar el río Paz, que es el punto limítrofe natural entre El Salvador y Guatemala.

Sus aguas no son tan profundas, lo que permite que niños, acompañados de sus padres, gocen de un buen baño.

De paso, las personas pueden disfrutar de la arquitectura del puente El Jobo, que recibió el nombre por un el árbol de jocote que había en el lugar.

Actualmente está en proceso de restauración y es uno de los pocos puentes colgantes que aún funcionan en el mundo.

Como dato curioso, de acuerdo al libro Remembranzas de mi tierra, de Óscar Armando Portillo Luna, la empresa responsable de su construcción también edificó puentes de renombre como el George Washington, que une Nueva York con Nueva Jersey; y el Golden Gate, en San Francisco, California, ambos de Estados Unidos.


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El nombre de la empresa es Roebling’s Sons Company, de origen estadounidense.

Gastronomía y descanso

El pasaje La Concordia es otro de los lugares acogedores de Ahuachapán y se encuentra frente al parque que lleva el mismo nombre. Cuenta con una atractiva fuente, abundante vegetación, bancas para descansos y en uno de sus costados hay una serie de negocios donde las personas pueden disfrutar de comida y bebidas; además hay un hotel.

El lugar es ocupado por decenas de personas durante las tardes. Los niños llegan para jugar alrededor de la fuente, mientras que los adultos pasan largas horas conversando.

El parque no siempre contó con el atractivo que ahora tiene. A inicio de esta década, el pasaje fue remodelado por la administración municipal de entonces, que eliminó una estructura de como concha acústica y construyó una área más atractiva y desde entonces el pasaje comenzó a tomar vida.

Otra opción para disfrutar de comida típica es la  Plaza Gastronómica El Espino, que está a 200 metros del Arco Durán.

El lugar se encuentra en un punto estratégico, ya que fue construido sobre el kilómetro 111 de la carretera que de Ahuachapán conduce hacia la frontera Las Chinamas.


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Consta de 17 locales que ofrecen comida gourmet, mexicana, y típica. Entre ellas hay carne asada, pupusas tradicionales y de colores, chilate, shuco, y pastelitos de papa.

Los negocios están abiertos desde las 8:00 de la mañana a 11:00 de la noche y la mayor concentración de visitantes comienza desde las 3:00 de la tarde.

Entre la gastronomía que destaca en Ahuachapán es la tradicional merienda, que es yuca acompañada con recaudo y carne de cerdo.
Existen muchos lugares que comercializan ese platillo; pero uno de los más famosos es el de doña Ena Thelma López.

Ella es la segunda generación que se dedica a preparar este platillo, que es vendido en la intersección de la calle San Antonio y 6a. Avenida Sur, de Ahuachapán.

Su madre, Marta López, quien falleció hace 12 años, se dedicó a esta actividad durante seis décadas.

Las 25 libras de yuca que prepara a diario para la venta no son suficientes, ya que sus clientes son numerosos y fieles. En un tiempo de tres horas y media ya lo ha vendido todo, porque el sabor que le pone al platillo doña Ana Thelma, la identifica.