Castigos violentos a niños son comunes en El Salvador

Encuesta revela que la mitad de los hogares salvadoreños emplea métodos violentos contra los niños. Los padres exponen a sus hijos a insultos, gritos hasta palizas sin considerar los impactos a su integridad.

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El sistema de salud ha recibido a niños que han sido víctimas de castigos violentos.

Por Xenia González Oliva

2016-12-14 8:00:00

En lo que va de este día, ¿le ha gritado alguna vez a sus hijos?, ¿los ha golpeado en alguna parte de su cuerpo?, ¿los ha llamado tontos, perezosos o de alguna forma parecida? 

Es probable que sí. Más de la mitad de los hogares salvadoreños utilizan alguna forma de castigo psicológico o físico contra los niños, de acuerdo a los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud. 

Un 52% de las niñas y niños de 1 a 14 años han sido sometidos prácticas de crianza violentas. La disciplina en los hogares va desde nalgadas, a gritos que pasan a alaridos, insultos, golpes en la cara,  hasta palizas. 

“¿Le dio una paliza, es decir, le pegó una y otra vez lo más fuerte que pudo?”, era una de las preguntas realizadas durante la encuesta. 

Un 3% de la población de los niños que participó en la encuesta había sido víctima de castigos físicos severos. 

Entre ellos, el grupo de 5 a 9 años es el que más sufre ese tipo de castigo violento, acumulando una prevalencia del 4%, seguido del grupo de 10 a 14 años con el 3%. 

Este tipo de violencia contra los niños fue igual tanto en la zona urbana como en la rural.

En cambio, las agresiones psicológicas son más prevalentes en la zona urbana, con 34.2%, que en la rural, con 29.6%. En este caso, es el grupo de 10 a 14 años, el que más recibe este tipo de castigo, en comparación con los otros grupos de edad. 

Pero, son los niños de 3 a 4 años los más propensos a ser blancos de cualquier método violento de disciplina, es decir que incluye castigos físicos y agresiones psicológicas, con un 62%. 

El 52.3% de los niños más pequeños, de 1 a 2 años, también reciben castigos violentos, detecto la encuesta.  

La ministra de Salud, Violeta Menjívar, expresó que los resultados le dan una señal de alerta al Estado en cuanto al tema de protección a la niñez.

“Más del 50% de los hogares usa métodos donde media la violencia en la niñez. Es un dato que no es positivo para nuestro país. La niñez salvadoreña está siendo impactada por la violencia”, declaró la funcionaria. 

Hogares violentos en todos los niveles sociales  

La encuesta reveló que ni el nivel educativo de los padres, ni el nivel de ingresos económicos de los hogares, influye en que haya una diferencia significativa en cuanto al uso de castigos violentos. 

Donde el jefe del hogar tenía una educación universitaria, el 54.5% de los niños, de edades entre 1 a 14 años, había experimentado algún método violento de disciplina. 

En los hogares en los que la persona a cargo no había recibido escolarización, el porcentaje de niños sometido a castigos violentos era de 50.2%. 

El porcentaje más alto de niños víctimas de castigos físicos severos, 3.6%, provenía de hogares en los que el jefe del hogar tuvo educación hasta bachillerato. El segundo porcentaje más alto fue de 3.4% en los hogares donde la persona a cargo no había recibido escolarización. 

Pero, un 2.6% de niños fueron víctimas de graves castigos físicos aunque vivían en un hogar donde la persona a cargo había recibido educación universitaria. 

En cuanto al índice de riqueza de la población encuestada, 53.3% de los niños expuestos a castigos violentos provenían del sector más rico. El 47.7% del más pobre. 

Los castigos físicos más severos tenían una mayor prevalencia en los hogares más ricos, con 3.5%. Seguido de los más pobres, con 3.1%. 

El menor porcentaje se dio en el sector medio con 2.7%. 

Promulgarán métodos disciplinarios positivos

El subdirector del Instituto Nacional de la Salud, Ernesto Pleitéz, dijo que este tipo de castigos estaba enraizado en los patrones culturales de la población salvadoreña. 

Aunque, en cierta medida, los castigos físicos podrían estar disminuyendo, imperaban los gritos o falta de métodos disciplinarios adecuados que permitan un desarrollo integral de los niños. 

Nadine Perrault, representante de UNICEF, alertó que, en comparación con el resto de los países de Centroamérica, El Salvador es uno de los que tiene la tasa más alta en el uso de prácticas de crianza muy violenta. 

Señaló que la protección infantil es un reto muy importante que el país debe superar.

 La directora del Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA), Zaira Navas, dijo que al mantener castigos violentos los niños aprenden respuestas violentas ante situaciones de frustración y aprenden a reaccionar de esa manera. 

Menjívar dijo que el problema es de Estado y deberán actuar desde todas las entidades para poder atenderlo.

En la encuesta también se preguntaba a los padres si en sus métodos de disciplina decidían quitarle algún privilegio a sus hijos, le prohibían algo que les gustaba o los castigaban sin salir de la casa.

Y, al disciplinar a su hijo, ¿le explicó por qué su comportamiento estuvo mal?

Un 35.5% de los niños había experimentado solo disciplina no violenta. 

Este tipo de disciplina se impartía de forma similar en hogares del quintil más pobre, 35.2%, al más rico, 37.1%. 

Denuncias al CONNA

Los resultados de la encuesta en cuanto a violencia en los hogares se refleja en las denuncias recibidas en el CONNA, dijo la directora de la entidad, Zaira Navas. Hasta agosto el CONNA había recibido 6,270 denuncias por vulneraciones a la integridad  personal de los niños. 

Intensificarán campañas

La violencia a la que se ven expuestos los niños en sus hogares ha motivado a distintas entidades a reforzar campañas para modificar los patrones de educación. Tanto Ernesto Pleitéz, del INS, como Zaira Navas, del CONNA, consideraron que las familias necesitan orientación.