FGR investiga decomiso de DUI por pandilleros

Testigo en caso tregua reveló que lo anterior sucedió en comicios presidenciales de 2014.

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/ Foto Por Luis Galdamez

Por David Marroquín

2016-05-10 9:00:00

Uno de los testigos criteriados (con beneficios penales por ayudar a la investigación) con los que cuenta la Fiscalía en el caso de la tregua relató que la pandilla 18, de los que se autodenominan Revolucionarios, intimidaron a los electores para que votaran por el partido de gobierno FMLN durante las elecciones presidenciales del 2014 que llevaron a Salvador Sánchez Cerén a la Presidencia de la República, según el requerimiento fiscal presentado al Juzgado Antimafia.

En el documento, al que tuvo acceso El Diario de Hoy, está la declaración de uno de los testigos principales que  tiene la Fiscalía y donde asegura que dos de los cabecillas de la mara 18 que se hacen llamar Revolucionarios y a los cuales identifica solo por “Nalo” y “Donky”, andaban repartiendo dinero en concepto de “viáticos” a los jefes de las pandillas en las comunidades o colonias “para que anduvieran presionando a la gente que votara por el FMLN, y para que les quitaran el DUI a la gente que era arenera”.  Lo anterior ocurrió antes de realizarse la primera vuelta de las elecciones presidenciles del 2014, según el requerimiento judicial.

Agregó el testigo que para la segunda vuelta electoral les dijeron “que ya no quitaran   el DUI, pero que presionaran para que no fueran a votar y que si iban a votar por ARENA, que se tenían que ir del lugar (de donde vivían)”, suponiendo de que iban a tomar represalias en su contra.

Relata el testigo que la orden de no quitar los documentos únicos a las personas que presumían votarían por el partido ARENA, se derivó de que los cabecillas recluidos en el penal de Izalco habrían dicho de que “habían ido a una reunión con un representante de la OEA al penal de Mariona, y que les dijeron que no importara si ganaba ARENA o el Frente, porque el proceso de la tregua iba a seguir”.

Refiere el testigo que Nalo a quien identifica como uno de los principales cabecillas de la pandilla 18, era uno de los jefes que participaba del proceso de la tregua y se relacionaba con Raúl Mijango y el inspector de la Policía Roberto Castillo por cuestiones de la tregua.  Mijango y Castillo son dos de los detenidos ligados a las ilegalidades durante ese proceso.

Señala el testigo que Nalo había llegado a incorporar un nuevo ingrediente al pacto pandilleril, con relación a la distribución del dinero, ya que ahora les llamaban viáticos y que serviría para que éstos grupos pandilleriles de la 18 que operan en las colonias y comunidades con el propósito de  “apoyar movimiento eleccionario en favor de determinado partido político”, argumenta la Fiscalía en el documento de acusación. 

Este cabecilla pandillero llamado Nalo de Las Palmas, ha sido identificado como Carlos Eduardo Burgos Nuila, quien en la época de la tregua andaba en libertad y a quien le habían dado un carné junto al Donky y a otro cabecilla apodado El Chory donde los acreditaban como “mediadores” del proceso de pacificación para que nos los detuviera la Policía.

Burgos Nuila fue arrestado a finales de julio del 2015 por ser de los responsables del paro de transporte que afectó al 70 por ciento de los usuarios de ese servicio colectivo en el área metropolitana de San Salvador.

Junto a Burgos Nuila fue detenido José Carlos Hernández Mauricio, otro de los cabecillas. El nombre del Donky dijo que no lo sabía.

Lo que no dice el testigo es de donde salió el dinero que sirvió de “viáticos” para entregárselos a los jefes de las pandillas en cada colonia ni tampoco quien les proporcionó esos fondos.

Tampoco señala si las presiones que ejercieron las pandillas en los electores eran por iniciativa propia o si había algún tipo de arreglo con el FMLN.

Dirigentes políticos buscaron apoyo de maras                                                                                                                                

Dirigentes de los dos partidos mayoritarios buscaron apoyo de las pandillas para ganar las elecciones presidenciales del 2009 y 2014. 

Una supuesta “cooperación” entre el actual partido de Gobierno y las pandillas data desde las elecciones presidenciales del 2009 y que llevó a Mauricio Funes a la Presidencia de la República.  Lo anterior está plasmado en una nota escrita por miembros de la mara salvatrucha (MS) en la que se establecían los lineamientos de apoyo al FMLN para las elecciones presidenciales del 15 de marzo del 2009. 

La carta, la cual fue incautada por la Policía en una requisa en el centro penal de Ciudad Barrios, San Miguel; tenía como titular “Notas de apoyo al Fmln por parte de la mara salvatrucha (MS X13)”.

En el documento, al que tuvo acceso El Diario de Hoy,  se detallaba que los cabecillas de cada grupo pandilleril tenían la misión de obligar a su gente en las calles y a sus familiares a votar por el partido de izquierda, en esa oportunidad.

Para las elecciones presidenciales del 2014, el dirigente y diputado del partido ARENA Ernesto Muyshondt y el alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, se reunieron con cabecillas de las pandillas para buscar su apoyo en la segunda vuelta electoral del 2014, según un video, y después confirmado por el político.

Recientemente, el mismo periódico reveló audios en los que el ministro de Gobernación y dirigente del FMLN Arístides Valencia gestionaba respaldo de las pandillas para la segunda vuelta de las mismas elecciones presidenciales 2014. 

Llevan pizzas a reclusos de Zacatraz

En el requerimiento fiscal se detalla que el 23 de septiembre del 2012, el inspector de la Policía Juan Roberto  Castillo Díaz llegó al penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, La Paz; acompañado del cabecilla de la mara salvatrucha (MS), Rubén Antonio Rosa Lovo, conocido como “El Chivo de centrales”.

La intención de la visita, era reunirse con algunos de los reclusos para promover la tregua entre las pandillas.

 Sin embargo, Castillo y Rosa Lovo llevaban 138 pizzas de ocho porciones cada una, 139 cajas con palitroques, con cinco cada una; y 360 gaseosas; que se supone serían para los criminales recluidos ahí.

Ninguno tuvo problemas para ingresar esos alimentos al penal de Zacatecoluca porque la seguridad y los registros a los visitantes estaban a cargo de los militares, y estos tenían “expresas instrucciones de no proceder a los  registros (de personas ligadas a la tregua), desconociéndose de donde provenía esa orden”, según la declaración de uno de los testigos mencionados en el requerimiento.

El testigo de la Fiscalía señaló que dedujo que por la jerarquía, esa orden  “tuvo que provenir del comandante del Destacamento Militar número nueve o del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada”.