Fallece Alejandro Cotto

El cineasta que además se enfocó en impulsar el desarrollo cultural y turístico de Suchitoto, falleció ayer luego de padecer por más de un año las secuelas de un derrame cerebral

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Cumpliendo la voluntad de Alejandro Cotto, sus restos descansan en un ataúd sencillo. Su velación se realiza en la casa museo, en Suchitoto. Foto EDH / Marlon Hernández

Por Magdalena Reyes Kevin Salazar Diandra Mejía comunidades@eldiariodehoy.com

2015-06-06 8:00:00

El reconocido cineasta nacional, Alejandro Cotto murió ayer en su casa de habitación en su ciudad natal, Suchitoto, luego de padecer por más de un año las consecuencias de un infarto cerebral.

Gezabel Chávez amiga cercana del artista, comenta que en los días previos a padecer el derrame cerebral, él se mantenía pendiente de los avances de su ciudad, los trabajos y proyectos realizados.

“Mientras él pudo se dedicó a servir a Suchitoto, porque se quedó aquí para que cuidáramos las paredes de esta ciudad”, relata Gezabel.

Entre algunas de las obras por las que el pueblo de Suchitoto lo recordará es la restauración de la iglesia Santa Lucía y el teatro que lleva su nombre, además por impulsar el turismo en la ciudad, luego de que quedará severamente dañada a consecuencia del conflicto armado.

“En base a él fue que comenzó el festival permanente de arte y cultura que ha cumplido 25 años y estamos en la mira a nivel turístico, porque anteriormente solo hubo dolor (en Suchitoto)”, dijo Gezabel.

El fallecimiento del cineasta ha despertado el pesar de diferentes personas relacionadas con el legado cultural que dejo Cotto.

“La muerte del cineasta es motivo de tristeza, porque su legado, su aporte a la cultura de este país es grande y desde Suchitoto se convirtió en un importante referente”, detalló Ramón Rivas, secretario de Cultura.

Agregó que a pesar de que Cotto venía de padecer una prolongada enfermedad, eso no significa que la noticia no le generara sorpresa y pesar.

Por decreto legislativo 617, del 23 de enero de 2014, a petición de don Alejandro Cotto, se acordó que sus restos fueran enterrados en su casa museo en su ciudad natal.

El nicho estará ubicado al centro del jardín de la casa museo, justo en medio de dos árboles de Amate.

Además, gracias a su importante legado a la cultura de El Salvador, la Asamblea Legislativa lo declaró hijo meritísimo el 12 de noviembre de 1992 y en 1997 Concultura le otorgó el premio nacional de cultura.

Don Alejandro Cotto será velado ahora en la casa museo de Suchitoto y mañana a las 10:00 a.m. se oficiará una misa en su honor y posteriormente será trasladado al teatro, para luego ser sepultado en su residencia.

Su cuerpo será trasladado en un féretro rústico, elaborado por carpinteros de Suchitoto y en una carreta halada por bueyes. “Él en vida pidió que el féretro fuera lo más rústico posible, va a salir en una carreta halada por bueyes, hacia la iglesia Santa Lucía”, mencionó Élmer Martínez, miembro del patronato de restauración de Suchitoto.

Martínez agregó que se está pensando en realizar un homenaje póstumo en el teatro, en el que participarían varios artistas.

Sus obras

Aunque no desarrolló una extensa filmografía, la obra de Cotto mostró de manera artística la realidad de El Salvador. Sus dos primeras producciones fueron sobre su pueblo, Festival en Suchitoto (1950) y Sinfonía de mi pueblo (1951).

Estudió becado en México, donde trabajó con grandes figuras de la época como Emilio Fernández, Julio Bracho y Luis Buñuel, y recibió una fuerte influencia del fotógrafo Gabriel Figueroa.

Una de sus obras más reconocidas es “El rostro” (1961), cuya tesis, según el director, era “una paráfrasis entre el rostro del hombre y el rostro de la tierra. Y tenía una pregunta fundamental. ¿Quién posee a quién? ¿La tierra al hombre o el hombre a la tierra?”.

Más de una década después reaparece dirigiendo el documental “El carretón de los sueños” (1973), donde Cotto retrata visionariamente la pobreza de la niñez salvadoreña.

En 1979 inició el rodaje de la cinta “Un universo menor”, donde intentaba registrar las tradiciones de Suchitoto, pero debido al conflicto armado la obra quedó inconclusa.

A partir de entonces el cineasta se dedicó al fomento de actividades culturales y artísticas en su pueblo.

La bandera, el escudo y el himno de Suchitoto fueron escritos y diseñados por don Alejandro Cotto.