La participación del adulto mayor en el área laboral

Las personas de la tercera edad aportan experiencia y equilibrio emocional dentro de las organizaciones.

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La capacitación continua es clave para continuar laborando después de los 60. Foto EDH/Archivo.

Por Kenya Henríquez

2018-08-25 10:04:48

El Salvador cuenta con una población de 4,780,530 habitantes con edad para trabajar, unos 829,304 son personas de la tercera edad que en su mayoría tienen el deseo de contar con un empleo.

Esta población puede clasificarse en dos grupos, los primeros son adultos jubilados, quienes según Lila Vega, directora ejecutiva de Fusate, es alrededor del 14% de personas de la tercera edad en el país, pero que a su vez se ven afectados por el monto de pensión que reciben y que no resuelve sus necesidades básicas.

Los segundos, son abuelitos que nunca cotizaron a una AFP, por lo tanto no obtienen ninguna mensualidad para solventar sus gastos y están en la búsqueda de trabajo.

Aunque estos últimos presentan mayor necesidad, ambos casos viven la problemática del desempleo, debido a las pocas ofertas que promueve el mercado empresarial para ellos.

“El escenario de oportunidades de empleo en El Salvador es sumamente escaso, la mayoría de las vacantes solicitan colaboradores no mayores de 35 años, lo que dificulta en gran medida ubicar a un adulto mayor en un puesto laboral”, aseguró Vega.

En otros casos, cuando encuentran un lugar para trabajar no reciben todas las prestaciones de Ley, pues la empresa desmerita el potencial que verdaderamente pueden aportar a la organización.

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Las cicatrices de la jubilación

El Salvador es uno de los países de América Latina que presenta la menor edad para jubilarse, pues en el resto, el promedio ronda entre 57 a 65 años.

Según la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP), los salvadoreños deben retirarse del mercado laboral, a los 55 en el caso de las mujeres y a los 60, los hombres.

Sin embargo, al cumplir esta edad muchos se ven obligados a no dejar el trabajo porque el monto que reciben como pensión no resuelve sus necesidades básicas.

Pero, ¿qué pasa cuando al cumplir la edad, las empresas les impiden continuar activos?, pues muchas personas sienten un efecto de poca productividad y caen en una depresión que les genera otras enfermedades.

Por otra parte, el artículo cinco de la Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor, menciona que uno de los derechos de este grupo poblacional, es ocupar su tiempo en empleo parcial remunerado.

A pesar de ello, Vega asegura que esto no genera ninguna presión en las organizaciones para incluir en su fuerza laboral a personas de la tercera edad y por ello se produce una falta de oportunidades para este sector.

La experiencia que aportan

Existe la idea de que las personas de la tercera edad tienen menos energía, presentan continuamente problemas en la salud y tienen poca habilidad con las nuevas tecnologías, en consecuencia hay baja productividad.

Sin embargo, la directora ejecutiva de Fusate, enfatizó que el adulto mayor puede llegar a generar confianza, pues los clientes prefieren personas experimentadas, una de las mejores características que tienen ellos, por consiguiente no harán quedar mal a la organización.

Este sector abona al crecimiento de la empresa por la gestión que han desarrollado por años y los conocimientos técnicos adquiridos durante todo su tiempo laboral.

Además, trabajar con personas mayores de edad evita que dentro de las oficinas existan problemas entre compañeros y aumenta
las relaciones interpersonales debido al nivel de madurez y el equilibrio emocional que tienen.

Finalmente, pueden dar asesoría a las nuevas generaciones que entran a la empresa. por el hecho de sentirse identificados con ella.

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Adulto mayor económicamente activo por rango de edad*

Mujeres
Las féminas mayores de 60 años suman
un total de 112,906 de la población
económicamente activa.

De ellas, un 44.8% lo representan las mujeres con edades entre los 60 a 64.

El 28.5% las de 65 a 69 y el 26.6% son quienes tienen más de 70.

Hombres
El sector masculino mayor de 60 años suma un total de 204,618 de la población económicamente activa; del cuales un 42.3 % lo representan los hombres con edades entre los 60 a 64; el 26.5 % los de 65 a 69; y el 31.2 % son quienes tienen más de 70.

*Datos de Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2017

Empléate con estos tips

  • Olvídate de la falta de oportunidades para el adulto mayor, saca lo mejor de ti y demuestra que eres altamente eficiente para cumplir con tus obligaciones.
  • Manténte en constante capacitación, aprovecha las oportunidades de cursos o diplomados.
  • Identifica la empresa que más te convienen para trabaja, fíjate en quienes buscan colaboradores con mucha experiencia.
  • Escribe en tu curriculum los proyectos de éxito que desarrollaste en tus últimos 20 años.
  • Vuélvete más activo en las redes sociales; contar con un perfil en linkedin y una cuenta en Twitter y Facebook aportará a tu imagen al compartir cosas profesionales.
  • Deja los estereotipos de lado y demuestra que eres una persona activa y capaz de adaptarse a un nuevo clima laboral.

Los sectores con participación laboral

Estas son las primeras cinco áreas de trabajo donde hay mayor participación de adultos mayores .

40.5%

De los adultos mayores laboran en el rubro comercial, son 102,497 en mayor escala en restaurantes y hoteles.

44.8%

                                                                                                                  Representa a 88,128 personas mayores de 60 años trabajando en agricultura.

12.3%

                                                                                                                   Corresponde a los 31,153 adultos mayores que laboran en el sector de la industria.

6.7%

                                                                                                             Equivale a los 16,842 de la tercera edad que se dedican a servir en el campo de la salud.

5.7%

                                                                                                             Equivale a los 16,842 de la tercera edad que se dedican a servir en el campo de la salud.