VIDEO: Al menos nueve jóvenes murieron pisoteados en una fiesta tras una persecución policial en Brasil

La policía irrumpió en la fiesta en la que participaban más de 5.000 jóvenes con bombas de gas lacrimógeno y balas de perdigones, provocando una avalancha humana.

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Los operativos policiales en esta comunidad han aumentado en los últimos meses. Foto referencia pixabay

Por EFE

2019-12-02 5:00:19

En las calles de Paraisópolis, la segunda mayor favela de Sao Paulo, la indignación y el miedo se han apoderado de los vecinos de esta barriada pobre donde ayer murieron nueve jóvenes pisoteados tras una incursión policial en una multitudinaria fiesta de funk.

Pocos quieren comentar la tragedia que la víspera golpeó a Paraisópolis y quienes lo hacen, susurran en voz baja o piden hablar entre cuatro paredes por temor a represalias de la propia policía o de los grupos de narcotraficantes que controlan tanto la favela como la “DZ7”, como popularmente se conoce la macrofiesta que cada fin de semana toma la calle Ernest Renan.

A pocos metros de la vía, en una humilde casa situada en una de las cientos de estrechas callejuelas sin salida que se esconden por la favela, María (nombre ficticio) despertó la madrugada del domingo con los gritos de auxilio y con el ruido de disparos.

Los vídeos grabados por algunos vecinos y que circulan a través de las redes sociales muestran a cientos de jóvenes siendo acorralados por la policía en estrechos callejones, mientras otros son golpeados con virulencia.

Era poco más de las 5:00 de la madrugada y la policía acababa de irrumpir en la fiesta en la que participaban más de 5.000 jóvenes con bombas de gas lacrimógeno y balas de perdigones, provocando una avalancha humana que acabó con la muerte de 9 jóvenes pisoteados, entre ellos cuatro menores de edad, y ninguno mayor de 23 años.

“No todo el mundo que estaba en el baile es de Paraisópolis. Las personas no sabían cuál era la salida y se quedaron como unas cucarachas mareadas, sin saber por donde correr”, cuenta en declaraciones a Efe.

Cuando amaneció y salió de casa para ir al trabajo, se deparó con una “escena de terror”. En el asfalto había un reguero de sangre, zapatos, gorras, joyas, carteras, carnés de identidad y algunas latas de spray de gas de pimienta empleadas por la policía durante el operativo.

Según la versión de las autoridades, la avalancha se produjo después de que los agentes se adentraran en la fiesta en busca de dos sospechosos que se habían escondido entre la multitud tras disparar contra los uniformados durante una persecución.

La policía asegura que en ese momento fue recibida con botellazos y piedras y respondió lanzando gas lacrimógeno y balas de goma para preservar la seguridad de los agentes.

Pero la versión oficial contrasta con la de Carlos, propietario de un bar en la calle Ernest Renan y quien estaba presente cuando la confusión se apoderó de la fiesta.

“La policía no perseguía a nadie. Su versión es mentira. Y los jóvenes no fueron pisoteados, a algunos los mató la policía”, asegura a Efe a las puertas de su negocio, cuya facturación depende en gran parte del “baile funk” que de jueves a domingo abarrota esta estrecha vía de Paraisópolis.

Los operativos policiales en esta comunidad, en la que viven más de 55.000 personas, han aumentado en los últimos meses, una especie de “represalia”, dicen, después de que un agente muriera en un enfrentamiento con delincuentes.