Un comerciante venezolano fue asesinado de seis disparos luego de que sus verdugos, quienes lo habían secuestrado el pasado 10 de agosto, no recibieran un pago exigido en Bitcoins como concepto de rescate.
Según recoge el medio local El Pitazo, la familia de la víctima, quien fue identificado como Gustavo Torres González, de 39 años, no logró reunir la cifra solicitada en Bitcoins, por lo que intentaron negociar con los secuestradores. Sin embargo, estos cortaron la comunicación y le asestaron los disparos a Torres González.
El crimen, ocurrido en la localidad de Simón Bolívar, en el estado de Zulia, Venezuela, ha llenado de conmoción a la población, sobre todo, porque Torres era un comerciante reconocido en la zona.
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La cantidad de dinero, equivalente en Bitcoin, que exigieron los delincuentes no se conoce, no obstante, sí se sabe que la familia había logrado reunir una cantidad de 0.0062 BTC, o un poco más de $2,000, para el rescate, pero la cantidad no fue aceptada.
El cuerpo de Torres González fue encontrado durante la madrugada del 11 de agosto en las afueras de una parroquia. Las autoridades, por su parte, intentan dar con el paradero de los responsables, sin embargo, no hay pistas sobre ellos.
Este modus operandi no es nuevo, ya en febrero de este año el periódico argentino La Nación informaba sobre un caso similar, en el que un expolicía chavista ideó un secuestro cuyo rescate se pagó en Bitcoin.
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Dicho secuestro, ocurrido en Argentina, se prolongó por cinco días y terminó cuando el hermano de la víctima pagó hasta $65 mil en Bitcoin a través de cuatro transferencias.
En esa ocasión, las autoridades argentinas comentaron que la investigación era muy difícil debido a la plataforma donde se realizó la transferencia, misma que no se puede rastrear con mucha facilidad por las características de la propia criptomoneda, misma que tiene como filosofía el resguardo de la identidad de las personas que hacen transacciones.
Esta criptomoneda ha sido utilizada en distintos hechos delictivos en los últimos meses, específicamente, en casos de estafas, robos de fondos, hackeos y robo de datos; por ejemplo, el pasado 13 de agosto se conoció el robo de hasta $600 millones de dólares cometido por un hacker.