La policía en España se está encargando de encontrar al médico que realizó la cirugía, un chileno que trabajaba en una clínica privada Galna, y que se sospecha que esté tratando de huir del país.
La operación, según informa el diario “La Opinión”, tuvo un costo de $6,500 dólares. Sara Gómez, de 39 años, supuestamente quedó con “heridas como si hubiera estado en una pelea con cuchillos”, luego se complicó la operación que le estaban realizando en Cartagena, España.
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Según unas declaraciones de Olive Press, el cirujano anónimo había informado a los familiares que la operación había resultado bien, pero que la paciente estaba perdiendo muchos líquidos y que debía estabilizarla.
Tres horas después de este anuncio del cirujano, Sara Gómez tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital General Universitario Santa Lucía, donde ingresó en estado de shock hipovolémico por la pérdida de líquidos.
Rubén Gómez, hermano de la ahora fallecida, comentó a los medios locales que la situación se estaba viviendo como una “realidad extrema”. De acuerdo a declaraciones, la madre de dos hijos sufrió múltiples heridas graves y orificios en varios órganos, como el riñón, hígado, duodeno, colon y el intestino como resultado del procedimiento de liposucción.
El abogado que lleva el caso, Ignacio Martínez, mencionó: “Muchos casos de cirugía estética vienen a mi asociación, pero lo que sucedió aquí es incomprensible”. Se planea una denuncia inmediata para el cirujano plástico.
El padre del hijo de Sara, Ezequiel Nicolás, habló sobre lo que sucedió en el programa de televisión ‘Todo es verdad’ que presenta Risto Mejide en Cuatro, en el cual confesó que: “Un médico le desaconsejó que se operara, porque no estaba apta. No tenía suficiente grasa como para someterse a esta operación”.
Mencionó que Sara tenía perforaciones en el intestino, el colon destrozado, necrosis, una perforación en el pulmón y no le funcionaba ningún órgano.
El cirujano que debía presentarse a una citación no llegó a los juzgados.