Bo Rakching tiene 10 años y todos los días es víctima de múltiples burlas de parte de sus compañeros de escuela, esto porque padece de una extraña enfermedad que ha causado que la piel de su cara se ponga flácida y se vea como la de una anciana de unos 60 años.
La niña, nativa de la comunidad de Phonom Penh, en Camboya, tiene el cuerpo normal de una pequeña de su edad y es completamente normal, pero según los doctores padece de un envejecimiento prematuro denominado lipodistrofia o cutis laxa, esta es una condición degenerativa que provoca su aspecto actual.
La niña desea someterse a un cirugía plástica para que la “hagan bonita”. “Entre todos mis hermanos soy la única con la cara vieja, ellos me llaman abuela no me dicen hermana”, contó Bo a Daily Mirror.
Para los monjes locales su aspecto se debe al mal karma que lleva de una vida pasada, una de las enseñanzas fundamentales del budismo.
Los monjes aseguran que su cara es producto de “un mal camino” que eligió en su vida pasada.
“Cuando era joven me dispararon. Después de que me dispararon morí… Luego, cuando nací, tuve esta cara”, comentó ella.
“Mi madre tuvo un sueño y vio que tomó una flor que ya había florecido, y luego me dio a luz con la cara vieja”, concluyó.
La historia de la niña recuerda mucho a la película llamada El curioso caso de Benjamin Button, donde el personaje principal nace con una apariencia de vejez, pero cada día su apariencia es más joven, hasta morir como un recién nacido.
Las probabilidades de que esto pase con Bo son imposibles, pero sin lugar a duda no se puede evitar hacer la conexión.