La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, confirmó en medios oficialistas de ese país que la tormenta tropical Iota ya dejó las primeras víctimas fatales.
Murillo dio cuenta de dos menores de edad, un hermano de 11 años y una hermana de 8, que fallecieron ahogados en la localidad de La Piñuela, en el departamento de Carazo, unos 72 kilómetros al sur de la capital, Managua.
Al momento del informe, la vicepresidenta señaló que los cuerpos de rescate habían acudido al lugar, en gran parte inundado, para buscar y rescatar los cuerpos de los menores fallecidos que fueron arrastrados por la crecida del río Acayo.
En horas de la tarde se confirmó el deceso de un padre y su hijo en el departamento de Jinotega, otro hombre en el mismo lugar, y una mujer en la localidad de Quilalí.
Asimismo, Murillo dijo a los medios oficialistas que han instalado más de 600 albergues a nivel nacional para los más de 63,000 evacuados a raíz de esta tormenta.
Alerta máxima en Caribe Norte
Autoridades de Nicaragua anunciaron que mantienen la alerta roja, es decir el máximo nivel de gravedad, para la región del Caribe Norte del país, donde ingresó Iota.
Al tocar tierra, el lunes por la tarde, Iota era un huracán de categoría 5, la más alta para estos fenómenos, con vientos sostenidos de hasta 260 kilómetros por hora.
De hecho, en palabras del director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Mario Baca, Iota se convirtió en el huracán más fuerte en tocar suelo de este país desde que existe registros.
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Poco a poco, mientras se adentraba en el territorio de ese país, se fue degradando hasta volverse una tormenta tropical. Sin embargo, su potencial sigue siendo bastante destructivo, especialmente considerando la precaria infraestructura en algunas localidades rurales en diferentes puntos de Nicaragua.
Por la tarde de ayer, los vientos sostenidos de Iota distaban de la intensidad inicial, al ingresar por las comunidades indígenas de Bilwi y Haulover, pero seguían teniendo una velocidad máxima de 105 kilómetros por hora.
En el resto del territorio, se mantiene una alerta amarilla y delegaciones del gobierno central y municipalidades se mantenían realizando inspecciones en ríos y quebradas, monitoreando desbordamientos y activando equipos de rescate y evacuación donde sea necesario.
El Centro Humboldt, que realiza un monitoreo constante del medio ambiente y de fenómenos climáticos en este país, afirmó que las lluvias se mantendrán al menos durante este miércoles.
Y entre toda la tragedia, la álgida situación política del país no da tregua. Opositores al gobierno de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta denunciaron que el mandatario está haciendo uso político de la ayuda en la crisis. Esa es una “actitud cínica” de la dictadura, denuncian.