La sorpresa desagradable de la “diplomacia de mascarillas”, el gesto solidario de China con el mundo

China está ante la opinión pública internacional desde que ocultó el verdadero alcance que tenía el coronavirus.

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Más de 450 mil personas han muerto de coronavirus. Foto archivo

Por C,Fuentes

2020-06-18 9:10:33

China quedó el foco de la polémica en el mundo por haber ocultado el verdadero alcance que tenía el COVID-19, que ya dejó más de 8 millones de infectadas y 450 mil muertos.

Para opacar la acción, el país decidió “limpiar su imagen”, así lo confirmó el régimen de Xi Jinping.

Con ese objetivo fue que las autoridades impulsaron “diplomacia de las mascarillas”, una iniciativa que pretendió mostrar solidaridad, pero ahora todo el mundo está sufriendo las consecuencias del coronavirus.

La sorpresa desagradable fue que China envió millones de artículos sanitarios en mal estado y defectuosos.

Bejing instó a las fabricas a aumentar la producción de equipos médicos en momentos en que otros países se enfrentaban a la falta de materiales.

“La diplomacia de las mascarillas es un intento, a través de un regalo, de cambiar el relato y la imagen del país de donde había salido el virus”, explicó el profesor en historia y cultura de China moderna y contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Manel Ollé, a El Nacional, de Cataluña.

“Se busca ganar popularidad y una imagen positiva”, ahondó.

Imagen de referencia. Foto/AFP

China exportó a medio centenar de países 1,300 millones en equipo, dividido en aproximadamente 4,000 millones de mascarillas. 3. 37,5 millones de trajes protectores, 16.000 respiradores y 2,84 millones de kits de testeo de COVID-19.

Tras recibir los productos, hubo quejas y denuncias de la mala calidad de los productos.

Países como Holanda, España, Alemania, Finlandia, Polonia, Canadá y Estados Unidos, entre otros, tuvieron inconvenientes con los artículos recibidos para hacer frente a la crisis sanitaria. Incluso la Unión Europea (UE) a mediados de mayo debió suspender la distribución de 10 millones de mascarillas entre sus estados miembros y Gran Bretaña.

Al menos 1,5 millones de cubrebocas fueron enviados a 17 de los 27 países miembros de la UE y a Gran Bretaña.

Por ejemplo, el ministro de Salud de Polonia, Lukasz Szumowski, denunció que 600.000 de las mascarillas recibidas no contaban con los certificados europeos y no cumplían con los estándares médicos requeridos para su distribución por lo que decidieron suspender distribuciones.

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Alemania también fue uno de los países que recibió estos productos, 11 millones de mascarillas defectuosas. “Todos basura” dijo el dueño de la empresa importadora.

La situación fue igual en Canadá y Estados Unidos.

También, la “diplomacia de las mascarillas” no se limitó únicamente a Europa y América del Norte. Países de América Latina, que cuentan con un sistema sanitario menos robusto que el europeo y el norteamericano, también recibieron artículos chinos.

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Uno de los países que celebró el envío de “ayuda” fue Venezuela, donde el dictador Nicolás Maduro ha estrechado lazos con el régimen de Beijing en los últimos años.

Bolivia, Argentina, Ecuador, Brasil y Chile fueron algunos países de América Latina que recibieron productos chinos.

¿Qué respondió China ante las quejas?

Beijing anunció a fines de abril la confiscación de más de 89 millones de mascarillas de mala calidad, además de 418.000 piezas de equipos de protección, según lo informado por Gan Lin, responsable de la administración de supervisión de mercados.

No obstante, en un intento de defenderse ante la opinión pública internacional, las autoridades chinas aseguraron que las denuncias sobre la calidad de los equipos médicos “no reflejan la totalidad de los hechos”.

“Hay en realidad varios factores, como el hecho de que China tiene normas y hábitos de uso diferentes de otros países. Un uso inapropiado puede suscitar dudas sobre la calidad”, dijo el ministro de comercio, Jiang Fan.