El 11 noviembre de 2018 se detectó un leve “zumbido” que duró cerca de 40 minutos y se propagaba desde la costa de la pequeña isla de Mayotte, entre Madagascar y Mozambique, a todo el mundo. Antes de esto, en mayo de 2018 los sismómetros registraron decenas de terremotos cerca de la costa de la isla, la intensidad era tal que se marcó récord histórico del mayor temblor en la zona, 5.9 en la escala de Richter.
La frecuencia del zumbido era ultrabajo, hasta se llegó a comparar con el sonido de una campana bien afinada. Las “ondas p” y las “ondas s” que se relacionan con este tipo de eventos eran casi indetectables. Lo extraño es que nadie notaba nada, ni un solo temblor. Pero sí que hubo consecuencias: un día después de recibir por primera vez estos misteriosos zumbidos, el Gobierno francés, al que pertenece Mayotte, informó de que la isla se había deslizado 6 centímetros al este y 3 centímetros al sur. Estudios posteriores constataron que, además, se había hundido 20 centímetros.
¿Cuál era el motivo del fenómeno? Geólogos de todo el mundo llevan intentando desentrañar el enigma desde entonces. Se ha señalado todo tipo de hipótesis, incluida una lluvia masiva de pequeños meteoritos. Ahora, un nuevo estudio publicado en “Nature Geoscience” apunta a un fenómeno inusual: el “zumbido” fue provocado por un depósito gigante lleno de magma situado a unos 35 kilómetros de profundidad en el Océano Índico y que finalmente acabó provocando la aparición de un volcán submarino.