Seis hispanos fueron arrestados en California por venta ilegal de armas de fuego

Un séptimo acusado se dio a la fuga. 

descripción de la imagen
Foto de referencia/ AFP

Por Agencia EFE

2019-10-10 7:46:27

Seis hispanos fueron arrestados este jueves por las autoridades de California acusados de la venta ilegal de armas en el área de Santa Ana, ciudad de gran mayoría hispana y ubicada al sureste de Los Ángeles, informó la Fiscalía.

Según la acusación, que contiene 11 cargos y quedó efectiva hoy, los involucrados enfrentan “múltiples delitos federales”, incluyendo conspiración para vender armas sin licencia, al igual que la venta misma de las armas.

Como parte de una investigación policial que terminó en un operativo, fueron decomisadas 68 armas de fuego, de las cuales 30 eran “fantasmas” (sin número de serie), lo que hace muy difícil su seguimiento en caso de utilizarse para cometer un crimen, explicó la Fiscalía del Distrito Central de Orange.

Además, se intervinieron más de 2,000 municiones de distinto calibre, junto a una cantidad no especificada de metanfetaminas. Entre las armas decomisadas figuran varias escopetas calibre 12 y otras equivalentes a rifles de asalto tipo AR.

Entre el 21 de agosto y el 18 de septiembre pasados, los acusados tuvieron en su posesión numerosas armas de forma ilegal y conspiraron para venderlas. Figuran además una pistola Glock calibre 40, un rifle Savage Arms y una escopeta Mossberg calibre 12.

Pedro Javier Villalobos, de 22 años y residente en Santa Ana, fue identificado como uno de los principales cabecillas de la venta de armas.

Villalobos permitió que otros acusados como Michael Delgado Rivera (alias “Player”), de 38 años y residente de Anaheim, y Rosenberg Jiménez (alias “Junior”), de 29 años y residente de Santa Ana, vendieran armas sin tener la debida licencia.

Los nombres de los demás acusados no fueron suministrados en el comunicado de la Fiscalía, tampoco se informó de qué países proceden los detenidos.

En septiembre, Villalobos aceptó vender un arma de fuego a un comprador que en realidad era un agente encubierto. Al día siguiente, “en la casa de Villalobos, Jiménez vendió al agente una escopeta Mossberg, un rifle táctico Spike y otro tipo AR sin número de serie por 4,800 dólares”, anota la acusación.

Algunos de los acusados como Jiménez enfrentan cargos adicionales al poseer un arma habiendo sido condenado por un delito grave.

También, en su historia criminal incluye relaciones sexuales ilegales con un menor de edad y asalto agravado a un representante del orden. Los acusados enfrentan 10 años en prisión federal por las ventas y cinco años de prisión federal por la conspiración para delinquir.