Los cerca de 200,000 salvadoreños amparados al Estatus de Protección Temporal ( TPS) y otros 100,000 más provenientes de los cinco países restantes a los que Donald Trump canceló el beneficio legal, piden al presidente electo Joe Biden poner en prioridad su situación y resolverla de inmediato una vez llegue a la Casa Blanca.
En un evento para culminar el recorrido por 32 estados y 56 ciudades de todo Estados Unidos, en tramos de costa a costa y el centro del territorio estadounidense en los últimos dos meses, en parte para motivar a votantes hispanos explicándoles su situación migratoria, llegaron al punto final del recorrido la tarde del pasado viernes hasta el final de la Calle 16 a dos cuadras de la Casa Blanca en Washington DC.
En su recorrido dicen también han llevado el mensaje de hacer conciencia sobre la crisis sanitaria causada por el COVID-19, y como la clase TPS ha estado en primera línea en buena parte de los trabajos esenciales durante estos largos meses de pandemia.
La salvadoreña Lorena Zepeda, quien recorrió en el autobús denominado “Libertad”, en la “Caravana de la Justicia”, dice que termina este proceso muy emocionada porque en dos meses habrá un nuevo ocupante de la Casa Blanca, en quien han depositado esperanzas, pero también enfatiza, que no dejarán de luchar para ver más allá de una reinscripción del TPS.
“Yo tengo más de 20 años viviendo en este país, donde he trabajado duramente, aquí he construido mi familia; tengo dos hijos. Lo que exigimos es justicia para nosotros los beneficiarios del TPS que somos más de 300, 000 y un poco más de 400,000 niños nacidos aquí en Estados Unidos. Demandamos a la nueva administración que va entrar el próximo año que no queremos más extensiones del TPS, lo que queremos es una solución permanente con la residencia”, dice Lorena.
Para otros como el compatriota Tony Rodríguez, quien acompañado de sus hijos Linda y Marc, llegó a la concentración desde en uno de los poblados periféricos del Área Metropolitana de Washington en el estado de Virginia; en su caso, las emociones de este año son encontradas, su esposa pereció en junio reciente a causa del COVID-19; pero entre todo mira una luz al final del túnel y la larga angustia que han pasado estos cuatro años, que termina para él y los suyos en duelo.
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Linda y Mark testificaron en una conferencia de prensa organizada en el espacio de las cuadras finales de la calle alineada hacia la fachada de la Casa Banca, denominada Black Life Matter Plaza, en alusión al movimiento en contra de la violencia policial y el maltrato a minorías que estalló en junio de este año con la muerte de afroamericanos a manos de la policía.
“Ha sido un año muy duro para mi familia, pero estamos aquí para demostrar que seguimos en pie, con mucha esperanza y una gran confianza porque el nuevo presidente Biden se ha comprometido a encontrar una solución para nosotros en los primeros 100 días de gobierno, eso nos da aliento en este momento”, comenta Tony a El Diario de Hoy.
Ver el final de cuatro angustiosos años es un alivio difícil de describir dice la salvadoreña Xiomara Cruz, organizadora de la Alianza Nacional del TPS en Maryland, pero eso no debe apagar el entusiasmo para seguir trabajando -agrega-, pues todavía quedan más de dos meses para la llegada de la nueva administración Biden en un entorno muy turbulento.
Como movimiento tienen claro que la lucha no ha terminado, y que tendrán que volver a recorrer las oficinas del Senado y la Casa de Representantes en el Capitolio para empujar en caliente el tema de la clase TPS, considerando que ante la cantidad de desafíos del país y la convulsión en la que entrega Trump la nación, serán muchas las prioridades que estarán sobre la mesa, pero que la clase TPS debe empujar para ponerse en primera fila y que se les resuelva cuanto antes.
“Como Alianza Nacional del TPS, no nos vamos a quedar sentados, tenemos que seguir luchando y empujando hasta lograr un estatus legal más seguro, sabemos que el camino no va estar fácil, pero creemos que no va tener tantas piedras y espinas como lo que nos ha tocado pasar estos cuatro años”, comenta Xiomara a El Diario de Hoy.
Otras preocupaciones de los beneficiarios del TPS van por cuestiones técnicas como la finalización de las licencias de conducir que caducan en enero próximo, pues los Departamentos de Motores y Vehículos en los diferentes estados condicionan la expiración de los permisos de manejo de vehículos con la fecha de autorización de permanencia legal en el país a los solicitantes amparados al TPS u otro beneficio migratorio.
Un tema sobre el que hay mucha incertidumbre, pues el traspaso de mando en el gobierno federal está en crisis con la falta de reconocimiento de la administración de Donald Trump sobre su derrota y la inmovilidad de las agencias gubernamentales para facilitar la transición.
En un entorno ideal el Departamento de Seguridad Nacional, DHS, debería publicar en los próximos días en el Registro Federal una prórroga más para los amparados al TPS, bajo el contexto que aún no hay una decisión final sobre los litigios en varias cortes federales, aparte del fallo emitido en la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en Pasadena, California, que dio visto bueno a Trump para culminar el estatus legal del que se benefician cientos de miles de compatriotas.