El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) reveló la identidad de “El Destripador”, a quien acusa de perpetrar cuatro apuñalamientos en un lapso de unas dos horas en el metro, donde murieron dos personas y otras dos resultaron lesionadas.
Según el alto cargo de las fuerzas del orden, los ataques ocurrieron entre la noche del viernes y las primeras horas del sábado en la línea A, que recorre Nueva York desde el norte de Manhattan hasta la zona sur de Queens. Momentos después, las autoridades reportaron la captura de un indigente como sospechoso de generar pánico en la zona.
El domingo, las autoridades identificaron al sujeto como Rigoberto López, a quien encontraron con sangre seca en su ropa y con un cuchillo entre sus pertenencias que se cree es el arma homicida, indicó la agencia EFE.
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Una fuente del NYPD detalló que los zapatos del sospechoso “todavía estaban salpicados con la sangre de sus víctimas cuando fue detenido, y todavía estaba en posesión del cuchillo ensangrentado”.
El sujeto es del distrito de Brooklyn y ha sido sometido pruebas psiquiátricas antes de acusarle de homicidio y de intento de homicidio.
Sobre los ataques en el metro
Las cuatro víctimas eran ciudadanos sin techo, y los dos supervivientes se están recuperando aún de sus heridas.
Los ataque comenzaron en la noche del viernes al sábado cuando un hombre de 67 años fue apuñalado por un individuo en la estación de la calle 181, en la zona norte de Manhattan, y fue tratado después en un hospital cercano.
Además, un hombre muerto fue hallado con heridas de arma blanca en el cuello y torso en la estación de Far Rockaway-Mott Avenue en Queens sobre las 23.30 hora local del viernes (04.30 GMT del sábado), según la jefa de Transporte de la Policía de Nueva York, Kathleen O’Reilly.
Unas dos horas más tarde, se encontró inconsciente a una mujer de 44 años dentro de un vagón en la estación de la calle 207, en el norte de Manhattan, con “varias heridas de arma blanca”, y fue trasladada al hospital, donde se certificó su muerte.
Menos de 20 minutos después, la policía respondió a llamadas de un hombre de 43 años que había sido apuñalado en la estación de la calle 181 de Manhattan, que fue trasladado a un centro hospitalario, donde tuvo que ser sometido a una operación.
La situación de violencia que provocó alarma entre los ciudadanos llevó al Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) a reforzar la seguridad y desplegar en la red de metro a 500 policías.