Régimen de Ortega persigue y encarcela a sus opositores, concluye Human Rights Watch

La organización da cuenta, en su más reciente estudio, de un patrón de silenciar el disenso e intimidar a opositores usando a los cuerpos de seguridad. Con esto, allanan el camino a la reelección de Daniel Ortega.

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Foto de referencia / AFP

Por Ricardo Avelar

2021-06-22 8:35:15

Human Rights Watch (HRW), organización que vela por el respeto a los derechos humanos alrededor del mundo, condena en su más reciente informe la sistemática persecución y las detenciones arbitrarias a opositores del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.

El gobierno sandinista, encabezado por los esposos Ortega y Murillo, ha resaltado por su irrespeto a las normas democráticas, la violencia con la que enfrenta a la disidencia y la opacidad con la que gestiona el poder en el empobrecido país centroamericano.

Sin embargo, durante el proceso electoral actual, que desembocará en comicios presidenciales el 7 de noviembre, han arreciado los ataques contra quienes han pretendido retar al oficialismo y evitar un cuarto periodo de Daniel Ortega.

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“De cara a las elecciones presidenciales del 7 de noviembre de 2021, el gobierno del presidente Daniel Ortega ha iniciado una campaña de detenciones arbitrarias y persecución contra críticos del gobierno, incluidos prominentes opositores políticos, defensores de derechos humanos y periodistas”, afirma la organización.

Desde finales de mayo, han sido detenidos “destacados candidatos presidenciales opositores”, consigna en su reporte HRW. La primera en ser víctima de esta reciente oleada de persecución fue Cristiana Chamorro, que ha sido acusada de lavado de dinero y falsedad ideológica. Ella parecía ser una fuerte rival de Ortega y tenía apoyo suficiente para desplazarlo de la presidencia, donde ha estado desde 2007.

Asimismo, han sido detenidos los conocidos críticos Arturo Cruz Sequeira, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro. El primero de estos fue capturado al volver de Estados Unidos y permanece en la cárcel de “El Chipote”, donde según HRW “los detenidos han sufrido abusos en reiteradas ocasiones”. A Maradiaga se le acusa de pedir intervenciones contra su país y demandar sanciones contra el régimen, un delito creado por el régimen. Chamorro es acusado de los mismos delitos. Todos están en el mismo recinto y prácticamente incomunicados de sus familiares y sus abogados.

Más recientemente, el 20 de junio fue detenido Miguel Mora Barberena, el quinto candidato a la presidencia de la oposición, a quien también se le acusa de pedir intervenciones militares y desestabilizar al país.

Miguel Mora es el quinto candidato presidencial que ha sido arrestado por las autoridades del régimen de Daniel Ortega. Foto: AFP

Además de los candidatos, han sido apresados de manera arbitraria otros críticos del régimen, incluyendo personajes del sandinismo histórico que hace cuatro décadas lucharon, del lado de Ortega, para derrotar la dictadura de Anastasio Somoza Debayle. Hoy, personajes como Hugo Torres (que le salvó la vida a Daniel Ortega en años del somocismo), la comandante Dora María Téllez o el exvicecanciller Víctor Tinoco son vistos como enemigos del régimen por mantenerse constantes y condenar la dictadura.

Reprimir el disenso

Según el reporte de Human Rights Watch, estos arrestos y otras violaciones a los derechos humanos “parecen formar parte de una estrategia gubernamental más amplia para reprimir el disenso, infundir temor y restringir la participación política”.

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Eso ha llevado, de acuerdo a HRW, a que los nicaragüenses enfrenten “obstáculos enormes -y probablemente infranqueables- para el ejercicio de sus derechos de libertad de expresión, reunión y asociación, así como de sus derechos a votar y a postularse a cargos públicos en elecciones libres y justas”.

La policía de Nicaragua allanó con un fuerte dispositivo la vivienda de Cristiana Chamorro después de que la justicia emitiera una orden de detención por una acusación de lavado de activos. Foto: AFP

El informe recoge testimonios de 53 nicaragüenses, entre los cuales 46 han sido víctimas de persecución y acoso por ser abogados, activistas, periodistas, defensores de derechos humanos u opositores. Además, estudió material audiovisual de la represión de las protestas, especialmente las que se han dado desde el estallido social en abril de 2018, por unas reformas previsionales que intentó forzar el régimen.

El resultado es comprobar que el gobierno hace despliegue de sus fuerzas de seguridad y de colectivos de partidarios y fanáticos fuertemente armados a residencias de sus críticos.

“Hemos documentado casos en los cuales los oficiales impidieron que los críticos, y a veces sus familiares, pudieran salir de sus casas, y tomaron fotografías a quienes entraban o salían de las residencias o les pidieron sus documentos de identidad”, afirma el reporte.

Esto ha llevado, según HRW, a que muchos se echen para atrás y se abstengan de participar políticamente. Además, añade que la policía ha restringido la movilidad de los opositores y les ha impedido participar en eventos partidarios.
Bajo las excusas de que persiguen golpistas o acusarles de odiar al gobierno, la estrategia del régimen es clara: quitarse cualquier tipo de competencia electoral. Daniel Ortega tiene allanado el camino para “reelegirse” el 7 de noviembre.

Sin embargo, no de forma pacífica y democrática, persuadiendo a los votantes con argumentos. Lo que el reporte de HRW muestra es que la elocuencia del régimen viene de tener los fusiles de su lado y no tener miedo a reprimir.

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