Italia fue uno de los países más afectados por el coronavirus, sin embargo, en algunas regiones el virus se logró contener y en otros ni siquiera se registraron casos.
Uno de los pueblos donde no se reportó ningún contagio del virus fue en el remoto Cinquefrondi, Calabria, donde ahora buscan de manera desenfrenada regresar a la normalidad y relanzar el turismo.
Una de las medidas retomadas en el pueblo, donde habitan unos seis mil habitantes, es incentivar a las personas a comprar casas antiguas por un euro.
Esta iniciativa ha sido tomada por varios pueblos italianos, sobre todo en el sur, para impulsar el turismo destacando el maravilloso estilo de vida “lento” que ofrecen.
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Cinquefrondi busca diferenciarse por una razón especialmente atractiva en tiempos de pandemia, presentándose como un pueblo “libre de Covid”.
El alcalde de la localidad, Michele Conia, ha denominado la campaña “Operación belleza”. Según contó él y su familia tuvo que mudarse por razones económicas y que experimentó la despoblación de los pueblos.
“Encontrar nuevos propietarios para muchas casas abandonadas es la clave de la misión ‘Operación Belleza’ que lancé para revivir las áreas abandonadas y degradadas de nuestro pueblo”, dijo Conia a CNN.
Conia ha enfatizado la necesidad de reubanizar la zona y dar a conocer que estos lugares ofrecen oportunidades para todos. Es por eso que ha tomad medidas dirigidas al turismo.
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“Crecí en Alemania, donde mis padres habían emigrado, luego regresé aquí para salvar mi tierra. Demasiadas personas han huido de aquí durante décadas, dejando atrás casas vacías. No podemos sucumbir a la resignación”, ahondó el alcalde.
La belleza del pueblo
Cinquefrondi se encuentra cerca de algunas de las más bellas playas del mar Mediterráneo y es conocida como la “Ciudad Cremallera”.
“Nos elevamos entre las refrescantes colinas y dos mares cálidos, un río virgen corre cerca y las playas están a solo 15 minutos en auto. Pero todo un distrito de mi ciudad yace abandonado, con casas vacías que también son inestables y riesgosas”, dijo el alcalde.
El pequeño pueblo es rodeado por la belleza del parque nacional de Aspromonte.
Además, tiene impresionantes vistas de las islas Eolias, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, a las que se puede acceder fácilmente desde un puerto cercano.
Su nombre inusual en italiano significa las “cinco aldeas”, que se refieren a los primeros asentamientos de origen griego y bizantino que se unieron en una comunidad durante la Edad Media.
La ciudad es un laberinto de calles en capas y casas de colores pastel conectadas por callejones estrechos, pasillos arqueados y escalones de piedra en espiral donde sobresalen trozos de viejos muros derrumbados.