Tatsunori Iwamura, un profesor de química japonés, podría pasar 10 años en la cárcel pues es acusado de enseñar a sus estudiantes en la Universidad Matsuyama, al oeste de Japón, cómo fabricar pastillas de MDMA, droga recreativa conocida como éxtasis; así como el cannabinoide 5F-QUPIC.
Y aunque el docente, de 61 años, se justificó diciendo que sólo estaba mostrando a sus estudiantes las técnicas y métodos de fabricación del narcótico, fue arrestado junto con uno de los jóvenes así como de otro maestro que también está involucrado en la planificación de la clase.
De acuerdo a medios locales, hay otros 11 estudiantes que también están involucrados en este lío. Las clases fueron haces seis años, pero Iwamura está siendo investigado desde enero último.
Las leyes de Japón permiten que los investigadores y académicos universitarios obtengan una licencia para trabajar con drogas ilegales o prohibidas. Iwamura sí tenía sus permisos en regla hasta hace unos meses, pero al momento de su detención ya habían vencido, también será procesado por ese cargo.
Tatsuya Mizogami, presidente de la universidad, ofreció disculpas a los estudiantes y a sus padres “por causar esta gran preocupación”.
En el mensaje explicó que la universidad tomará medidas disciplinarias contra Iwamura y el profesor asistente, quien no fue identificado ni por las autoridades ni el centro de estudios superiores.
La universidad también reconoció que Iwamura ha estado investigando las denominadas drogas peligrosas en Japón, definidas como aquellas que contienen agentes químicos que pueden causar alucinaciones o tener un efecto estimulante.
El profesor había obtenido una licencia para ello, pero de una ciudad que no era la de Ehime, a la que él pertenece, pero ya había expirado cuando realizó esos ejercicios académicos.
Tras conocerse el caso, algunos han comparado al profesor Iwamura con el personaje de ficción Walter White, de la aclamada serie Breaking Bad, también un profesor de química que recurre a la fabricación ilegal de medicamentos para hacer dinero rápido, luego de enterarse que tiene un cáncer terminal.