Poca afluencia a mitad de la jornada electoral en Guatemala

Tras una administración presidencial que no logró satisfacer la sed de institucionalidad y combate a la corrupción y la impunidad durante los últimos tres años y medio, los guatemaltecos se muestran menos optimistas a lo que viene.

Este 16 de julio las elecciones presidenciales de Guatemala comenzaron. Durante la mañana la afluencia de electores ha sido alta en la mayoría de centros electorales.

Por Ricardo Avelar

2019-06-16 1:36:18

Al borde de la 1 de la tarde, en el centro histórico de Guatemala la participación electoral difícilmente pasa del 29% del total de ciudadanos empadronados. Las urnas abrieron a las 7 de la mañana y cerrarán a las 6 p.m.

En diferentes juntas receptoras de la Plaza de la Constitución, el Instituto Central Nacional para Varones y la Escuela Nacional Central para Formación Secretarial, ubicadas en el corazón de la capital guatemalteca, se ha registrado un promedio de 115 electores de 400 posibles, es decir 28.75% del padrón.

Foto: Ricardo Avelar

A juicio de René H., un vigilante de mesa en la Plaza de la Constitución acceso sur, la participación es más baja que en comicios anteriores. Afirmó, sin embargo, que se espera una ola de votantes de 1 a 2 de la tarde y vaticinó que las últimas horas de la jornada tendrán menos concurrencia.

Sergio Marroquín, de 48 años, dice que las opciones de aspirantes a la presidencia no convencen, “pero ni modo, hay que cumplirle al país”, dice. No es injustificada su preocupación: hace unos días el director del medio Nómada, Martín Rodríguez Pellecer, advirtió en entrevista con El Diario de Hoy de los 5 candidatos principales al menos tres de ellos (Sandra Torres de la UNE, Roberto Arzú de PAN-Podemos y Alejandro Giammattei de Vamos), o sus partidos, tienen posibles vínculos con estructuras criminales y uno de ellos, Arzú, ha afirmado que mantendría a tres de los ministros mas cuestionados del gobierno actual.

Una Guatemala desmotivada

Tras una administración presidencial que no logró satisfacer la sed de institucionalidad y combate a la corrupción y la impunidad durante los últimos tres años y medio, los guatemaltecos se muestran menos optimistas a lo que viene.

Esto se suma a que dos de las candidatas más populares fueron obstaculizadas por vía judicial para competir en la eleccion. La ex fiscal general Thelma Aldana no pudo obtener su finiquito tras una acusación de una supuesta plaza fantasma que otorgó y la ex diputada Zury Ríos está inhabilitada por la Constitución por ser hija de alguien implicado en un golpe de estado. Su padre, el general Efraín Ríos Montt, asumió el poder tras el golpe de marzo de 1982 que sacó de su cargo a Romeo Lucas García.

Según Luis, un fotógrafo de la zona norte de la capital, parte del desánimo gira en torno a la corrupción del sistema y la desesperanza en un país que no mira en las opciones presentes un camino a la solución a sus necesidades más apremiantes.

Este ciudadano, que se confiesa desencantado, admite que la mitad de la culpa está en los ciudadanos “que a la primera vemos cómo pagar mordida o romper la ley. Al final, ellos hacen lo mismo que los políticos pero a escala más pequeña”, lamenta.

Finalmente, algunos centros electorales han resultado poco accesibles para personas con discapacidades. Según Eduardo Flores Buitrago, jefe de la misión de observadores electorales de Costa Rica, esto ha generado problemas pero a falta de infraestructura, la ciudadanía ha respondido, improvisando soluciones como cargar a las personas.

A pesar de la poca afluencia, Flores Buitrago destaca que los guatemaltecos han votado en paz y sin incidentes e invita a que más gente se acerque a las urnas. “Hay que votar, participar e incluso postularse, teniendo en cuenta que hay países que ya no pueden hacerlo”, dice. Y su razón es en parte vivencial, pues además de la ciudadanía costarricense es mitad venezolano.