Desde que se identificó el nuevo coronavirus en Wuhan, China, el cual se ha extendido por todo el mundo y hasta la fecha ha matado a más de 8,000 personas, los científicos mantienen la hipótesis que el Covid-19 proviene de los murciélagos.
Un reciente estudio desarrollado por científicos de la Universidad de California, en Berkeley, reveló que los murciélagos tienen un sistema inmunológico más fuerte que otros animales, por lo que sus defensas están “constantemente preparadas para responder a los virus”.
La resistencia de los murciélagos, provoca que el virus sea más agresivo y peligroso cuando se transmite a los humanos.
El estudio en células cultivadas de murciélago realizado por los investigadores de Berkeley, descubrió que la capacidad que tiene el animal “lleva a los virus a una reproducción más rápida y que el aumento de la virulencia y habilidad de infección cause estragos cuando se infectan sistemas más débiles como los humanos”.
Un comportamiento muy similar a la pandemia del Covid-19, y que los científicos creen que no es una coincidencia que también las enfermedades virales como el SARS, MERS y el ébola, las cuales provocaron daños devastadores, provengan del murciélago.
Pero, ¿por qué el coronavirus del murciélago es peligroso?
Los científicos hallaron que estos animales tienen un sistema inmune bien preparado para desarrollar defensas contra los virus y bloquearlos rápidamente.
Esa capacidad del murciélago por protegerse provoca que los virus busquen reproducirse más rápido para tener mejores oportunidades de sobrevivir e infectar. Es decir, que los murciélagos son reservas únicas del virus para que luego instalarse en otros sistemas.
El ecólogo de enfermedades y profesor de biología integrativa de la Universidad de Berkeley, Mike Boots, dijo a Berkeley News que “los murciélagos son potencialmente especiales cuando se tratan de alojar un virus. Este trabajo demuestra cómo los sistemas inmunes a los murciélagos podrían impulsar la virulencia”, dijo.
Los científicos sostienen que estos virus abruman rápidamente a sus huéspedes por eso provoca tasas de mortalidad altas.
Según los investigadores, la interrupción del hábitat hace que los murciélagos se estresen y eliminen el virus por la saliva, orina y las heces, que pueden infectar incluso a otros animales.