El miedo en Zimbabue no es solo que se propague el coronavirus sino morir de hambre antes de que esto suceda. El presidente Emmerson Mnangagwa declaró cuarentena desde este lunes, los 16 millones de habitantes tendrán que permanecer en sus casas.
La medida preventiva preocupa a sus habitantes quienes temen morir por la escasez de alimentos y a los vendedores por las pocas ventas.
Zimbabue solo registra siete casos de coronavirus pero el mandatario dijo que “aunque las cifras (de contagiados) sean bajas, sigue siendo posible que el virus se propague mucho entre la población, y eso nos preocupa”.E
Sus habitantes están consientes que si el virus se propaga será una catástrofe ya que se le suma la crisis económica y la amenaza de la hambruna.
“Hay escasez de productos alimentarios básicos, como el maíz, y los precios subieron porque la gente ha desvalijado las tiendas”, explicó un vendedor al portal de noticias de Infobae.
Miedo a morir
“Se supone que debemos hacer acopio para tres semanas, pero la mayoría de nosotros vive con el dinero justo que gana cada día”, señaló a Infobae un vendedor.
Ahondó, “acabaremos sin medios para reabrir nuestros pequeños comerciosy yo no veo que el Gobierno vaya a venir a ayudarnos”. El hombre confesó que le da miedo que la gente muera de hambre cuando esté aislada en su casa.
De acuerdo a la ONU, la mitad de los habitantes del país están en situación de inseguridad alimentaria por la crisis económica. Zimbabue está ubicado en el sur de África.
Coronavirus en el resto del mundo
Al menos 35,000 personas han muerto en el mundo desde que brotó la epidemia del nuevo coronavirus en diciembre, tres cuartas partes de ellas en Europa.
En total, hay confirmados 35,905 decesos, 26,076 de ellos en Europa, el continente más castigado.
Con 11,591 muertos, Italia es el país que más fallecidos registra, seguido de España (7,340) y China (3,304), donde brotó la epidemia. Además, se han diagnosticado más de 740,000 casos de contagio en 183 países y territorios, 408,203 de ellos en Europa. Hay cerca de 150,000 infectados en Estados Unidos y Canadá, que suman 2,635 muertes, y 106,609 en Asia, donde fallecieron 3,827 personas.