Una escena macabra e indescriptible fue lo que encontró el cirujano ortopédico Graham Dickason, al regresar de una jornada de trabajo y descubrir los cuerpos sin vida de sus tres hijas en el interior de la casa, mientras la madre de las menores no pudo explicar lo sucedido ha sido señalada como única responsable del brutal crimen.
Vecinos y testigos de la escena señalaron a las autoridades y al medio británico The Mirror, que Dickson salió de su casa gritando “¿Esto realmente está sucediendo?” sofocado y con una voz entre cortada mientras que no podía explicar a las personas lo que había encontrado en el interior de su hogar.
Los vecinos señalaron que la familia compuesta por Dickson, su esposa Lauren y las tres niñas las gemelas Maya y Karla, y su hermana Liane, se habían instalado en Nueva Zelanda hace una semana luego de cumplir con una estricta cuarentena obligatoria en un hotel al regresar de Sudáfrica.
Los vecinos del matrimonio de 15 años especularon que el estrés después de haber estado en cuarentena “durante tanto tiempo” podría haber ocasionado una crisis en Lauren.
Una de las vecinas que accedió a hablar con el medio local Stuff dijo “El primer ruido que escuchamos fue el de alguien sollozando, y luego escuchamos un ruido sordo como si alguien acabara de cerrar una puerta”.
“Pudimos ver a alguien a través de nuestra cerca deambulando detrás de la casa y llorando” señaló Jade Whaley.
Lauren ha sido acusada de asesinato, mientras se encontraba siendo interrogada por las autoridades en el tribunal guardo completo silencio, aunque no se declaró inocente la mujer tampoco pudo explicar lo sucedido, hasta aclarar su situación ha sido trasladada a una unidad de salud mental hasta su próxima cita en el Tribunal Superior de Timaru, el próximo 5 de octubre.
Otra residente, Karen Cowper, dijo haber escuchado a un hombre llorar y exclamar “¿Esto realmente está sucediendo?”, al ser intervenido se encontraba en estado de shock “Le preguntamos si estaba bien. No nos respondió, continuó gritando y llorando”.
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La abuela de las pequeñas dijo que la familia aún estaba intentando comprender lo que había sucedido. “En realidad, todavía no se ha asimilado. Estamos en un estado de shock terrible. Estamos devastados”.
Las personas que conocían a la pareja no entienden que pudo suceder debido a que los esposos Dickson habían luchado para poder tener hijos y amaban de forma excepcional a sus tres pequeñas.
El juez Dominic Dravitzki ordenó un informe bajo la Ley de Crímenes de Nueva Zelanda para determinar cuál era estado de ánimo de la señora Dickason en el momento de los asesinatos.