Sigmund Freud: A los 40 años optó por la castidad, tuvo sexo con su cuñada y fue un consumidor de cocaína

El padre del psicoanálisis nació con una membrana fetal que le cubría la cabeza, lo que fue interpretado como una señal de buen augurio. Su vida estuvo marcada por peculiaridades, rutinas estrictas y críticas.

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El psicoanlista austríaco Sigmund Freud abandona la estación Victoria después de su llegada a Londres el 6 de junio de 1938. Foto/ AFP

Por N. Hernández / Agencias

2021-05-06 2:06:53

Sigmund Freud, el hombre que exploró y comprendió hasta los más íntimos sentimientos humanos y señaló que la apertura de la más recóndita intimidad podía liberar a la gente de los traumas del pasado, fue incapaz de lidiar con su propia intimidad, su vida privada, experiencias sexuales y capacidad de amar.

Una de las peculiaridades del padre del psicoanálisis fue que al nacer, una membrana fetal le cubría la cabeza, lo que fue interpretado como una señal de buen augurio. Años después, una anciana, mezcla de curandera y pitonisa, le dijo a la mamá de Freud que esa era una muestra inequívoca del destino que le decía que había engendrado a un gran hombre. Y Amalia Nathanson lo creyó de muy buena gana. Sigmund, el papá, Jacob, le había agregado el Shlomo que le daba identidad judía y Freud nunca usó, fue el favorito de su madre. Años después escribiría: "Cuando un hombre ha sido el favorito indiscutido de su madre, logra conservar toda la vida un sentimiento de vencedor, esa confianza en el éxito que a menudo conduce realmente al éxito".

La castidad con su esposa

El chico Freud se hizo pis en la cama hasta los dos años, según la monumental biografía de Freud que escribió su discípulo, y admirador, Ernest Jones. El hombre que exploró como ningún otro, y expandió como ningún otro, la sexualidad humana, que descubrió y expuso los orígenes y alcances de la sexualidad infantil, y que incorporó a su teoría conceptos de las religiones católica y judía, así como principios de la rígida sociedad victoriana sobre represión, moral y sexo, ese hombre que amplió las fronteras de la sexualidad decidió, a los 40 años, ser casto, no volver a mantener relaciones carnales con su mujer, después del nacimiento de su sexto hijo, una niña llamada Anna que, con el tiempo, sería una brillante psicóloga infantil.

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Además, en su juventud no parece que la vida sexual de Freud fuera muy activa, su relación con las mujeres, no parece haber sido muy intensa cuando joven. Jones sostiene que la primera experiencia amorosa de Freud, no sexual, terminó en frustración, sin que empezara siquiera. Cuando a los 16 años Freud visitó el pueblo de su nacimiento, conoció a Gisela Fluss, tres años menor que él. Demasiado tímido para hablarle de sus sentimientos, siquiera para dirigirle la palabra, Freud quedó desconsolado cuando la muchacha se marchó para seguir sus estudios. Quizás ese infortunio adolescente también debe haber estado cargado de un profundo erotismo.

La fotografía tomada el 5 de mayo de 2006 muestra una figura de acción de Sigmund Freud frente al Museo Sigmund Freud en Viena. Foto: AFP

"A ciencia cierta se sabe que no volvió a experimentar emoción alguna de esa índole hasta diez años más tarde, que fue cuando conoció a su futura esposa. En una carta dirigida a ella, afirmaba no haber prestado nunca atención a las mujeres, y que ahora estaba pagando bien caro esa negligencia. Probablemente –sostiene Jones– fueron bien escasos y espaciados incluso los contactos físicos", escribió Jones.

Freud se casó con Martha Bernays y mantuvieron su relación en secreto, aún después de la muerte de él. Ella atesoró las cartas, a pesar que siempre amenazó con quemarlas, las conservó hasta su muerte en 1951. Y en más de una ocasión aseguró que: su amado había sido perfecto y el tiempo de ambos había sido feliz.

La pareja intercambió centenares de cartas durante los cuatro años de su compromiso porque tres de ellos estuvieron separados. Freud le escribió más de novecientas porque la costumbre, de ambos, era escribirse a diario. Las cartas solían ser largas, podían ser de diez o doce páginas de letra menuda y apretada.

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La pareja se casó en septiembre de 1886 en Wandesbek, los primeros años de matrimonio tuvieron una economía hostil, pero aún así empezaron a nacer los hijos, seis en total: tres varones y tres mujeres. En esta época, Freud se ganaba la vida como neuropatólogo y usaba la electroterapia y la hipnosis para tratar las enfermedades nerviosas.

Sin embargo, Freud abandonó la hipnosis para concentrarse en el papel de la sexualidad como la causa de trastornos psíquicos. En 1899 publicó La interpretación de los sueños, pero sólo llevó a vender seiscientos ejemplares.

Uno de los aportes de Freud desde la psicología fue su concepto de inconsciente pues sostenía que el comportamiento de una persona está guiado por los pensamientos, deseos y recuerdos reprimidos. Argumentaba que las experiencias dolorosas de la infancia son dejadas de lado por la conciencia, por ello pasan a integrar el inconsciente e influir en la conducta. El psicoanálisis procura devolver estos recuerdos a la conciencia y liberar a la persona de su influencia negativa.

Romance con su cuñada 

A los 40 años había optado por la castidad voluntaria para evitar más embarazos a su esposa, pues se resistió a usar alguno de los métodos anticonceptivos de la época.

A Freud se le acusa de haber mantenido relaciones sexuales con su cuñada Minna, sus detractores lo acusan de libidinoso, partidario del aborto clandestino, visitante asiduo de burdeles de todo tipo, adicto a la masturbación.

Franz Maciejwski, sociólogo de la Universidad de Heidelberg, citada en el diario alemán Frankfurter Allgemeine, reveló que el 13 de agosto de 1898, en la zona alpina de Suiza Oriental, Sigmund Freud, de 42 años, se alojó en la habitación 11 del hotel Schweizerhaus, del pueblo de Maloja, junto a Minna Bernays. La pareja figura en los registros como "Doctor Freud y esposa".

La pareja estuvo ahí dos semanas y mientras tanto enviaban postales a la esposa de Freud. El discípulo no confirmó ni desmintió la relación, pero dijo que "todo hombre tiene sus secretos". Sin embargo, la historia es común en Austria y no provoca ni la más mínima atención.

Fotografía de 1938 del austriaco Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis, y su amiga Marie Bonaparte llegando a París desde Viena. Foto AFP

La periodista Cornelia Vospernik, de la televisión austríaca reveló: "En Viena es un secreto a voces que Freud tuvo relaciones sexuales con su cuñada. Es parte de la leyenda local y no sorprende a nadie".

La coca

El hombre no deja de sorprender, en 1884 se interesó por la cocaína, en ese entonces poco conocida. Una carta con fecha del 21 de abril de ese año consigna que es : "un proyecto terapéutico y una esperanza".

"He estado leyendo acerca de la cocaína, el componente esencial de las hojas de coca que algunos indios mastican para poder resistir las privaciones y dificultades. Un alemán la ha estado empleando para sus soldados, y ha informado que, en efecto, aumenta la energía y la capacidad para la resistencia".

También aseguró que buscaba comprar cierta cantidad de cocaína para ensayar en " los casos de enfermedad cardíaca y en los de agotamiento nervioso".

En ese entonces la cocaína era carísima, pero compró un gramo en la casa Merck, de Darmstadt, y la probó en él mismo. Así comprobó que su mal humor se transformó en alegría y tenía la sensación de haber comido bien y su energía al trabajar tampoco disminuyó. Se le ocurrió que la droga actuaba como un anestésico para el estómago y la ofreció a su amigo Ernst von Fleischl-Marksow, un profesor brillante que padecía los resabios de un neuroma, de la amputación de su dedo pulgar y de la regeneración descontrolada e ineficaz de los tejidos que lo llevaría a una muerte lenta y dolorosa: era un adicto a la morfina y Freud le ofreció sustituirla por cocaína.

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"El entusiasmo de Freud iba en aumento, la consideraba una “droga mágica”, la ofreció a su mujer, Martha, “para hacerla fuerte y dar color rojo a sus mejillas”, la ofreció a sus amigos, a sus colegas y a sus pacientes. Escribió sus experiencias en Uber coca (Sobre la coca), y empezó a recibir las primeras críticas aceradas de sus colegas, incluidos los miembros del Club de Fisiología que en su momento lo habían elogiado. Fleischl-Marksow se convirtió en un adicto a la cocaína y murió en 1891. Los informes sobre adicción e intoxicación por cocaína produjeron alarma en Alemania y Freud, que se había propuesto crearse un nombre como sanador de los males nerviosos, era acusado de haber desatado sobre el mundo lo que sus críticos llamaron “el tercer azote de la humanidad”. Freud abandonó las experiencias con la cocaína, aunque la usó en sí mismo cuando el cáncer lo puso entre la espada y la pared" consigna la publicación de Infobae.

Hay mucho más que decir del padre del psicoanálisis, pero será en otra ocasión. Por el momento se deja una primera vista a los oscuros y particulares secretos que tenía este hombre que aportó las bases de la psicología.

El padre del psicoanálisis, que nació hace 165 años. Vivió 83 años y murió en Londres veinte días después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el 23 de septiembre de 1939.

Crematorio donde se resguardan las cenizas de Sigmund Freud y su esposa. Foto AFP