El pasado jueves 5 de diciembre Roena Cheryl Mills, de 43 años, fue condenada a cadena perpetua tras ser encontrada culpable de decapitar a un hombre con dificultades de movimiento.
De acuerdo a Infobae, el 1 de abril de 2018 varias personas de Lerona, una comunidad rural en el condado de Mercer, Virginia Occidental, en Estados Unidos, vieron caminando por la carretera a Mills con la cabeza de un joven en la mano. Inmediatamente alertaron a la policía, quienes fueron a buscarla a su casa y la encontraron cubierta de sangre y con un guante en una mano, pero sin rastros de su víctima.
Mills se negaba a salir. Parecía que estaba bajo la influencia de estupefacientes. Ante ello, los agentes decidieron revisar todo el perímetro y en la casa de al lado encontraron el cuerpo sin cabeza de Bo White, de 29 años. Era el hijo del novio de la mujer, quien era stripper en el club Southern X-Posure.
La cabeza de White fue hallada días después en una zona boscosa, cerca de donde se había visto a la mujer caminando. Poco después se supo que Mills había tenido sexo con su víctima y que, tras darle una golpiza y apuñalarlo, lo decapitó con un cuchillo de cocina.
El hombre padecía una incapacidad física que le dificultaba su movilidad. Según indagaciones de las autoridades, la mujer mantenía relaciones sexuales con él a cambio de drogas y dinero.
Mills habría pedido prestada una motosierra para cortar a su víctima
Según el artículo de Infobae, en el juicio, el fiscal del condado, George Sitler, sostuvo que “si alguna vez hubo un caso en el que una vida haya sido apropiada sin misericordia, era este. Esto fue una matanza salvaje y una decapitación”.