La macabra historia de la secta chilena que sacrificó a un recién nacido en un rito: la madre acaba de obtener su libertad condicional

Natalia Guerra Jequier perteneció a la llamada secta de Colliguay, que lideró un músico conocido como "Antares de la Luz", padre del niño al que mataron brutalmente en un ritual por considerarlo el "anticristo".

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Imagen de referencia. Foto: Pixabay

Por Agencias/ L. Alas

2021-05-20 11:54:58

La justicia chilena otorgó la libertad condicional a Natalia Guerra Jequier, madre del recién nacido que fue sacrificado durante el ritual de una secta a la que ella pertenecía por considerarlo como "el anticristo". El macabro hecho ocurrió la noche del 23 de noviembre de 2012.

La resolución la dictó la Corte de Apelaciones de San Miguel, ubicada en la Región Metropolitana, según un reporte Radio Biobío retomado por medios del país sudamericano el 18 de mayo.

La mujer fue vinculada a este caso luego de integrar una misteriosa agrupación denominada como la "secta de Colliguay", cuyo líder era Ramón Castillo Gaete, un músico conocido como "Antares de la Luz".

Guerra, quien es una diseñadora grafica, se encontraba recluida en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, ubicado en Santiago, cumpliendo condena por el delito de parricidio.

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Ella fue sentenciada en 2017 a cinco años de presidio menor en su grado máximo, pero se mantuvo prófuga y oculta en una parcela ubicada en el sector Las Perdices, en Isla de Maipo, donde en 2019 fue detenida por las autoridades para cumplir su pena.

Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial/twitter.com/PDI_CHILE/status/1148690698448723969

De acuerdo con Radio Biobío, la Corte de Apelaciones otorgó a Guerra la libertad condicional inmediata y deberá realizar su su control reglamentario en el Centro de Apoyo para la Reinserción Social de Puente Alto.

El macabro caso

Los orígenes de la agrupación dirigida por "Antares de la Luz" se remontan a finales de los años 2000, cuando Castillo Gaete conformó la "secta de Colliguay”, la cual estuvo emplazada en la localidad de este mismo nombre, ubicada en la Quinta Región, señala Infobae.

Antes de conformar este grupo, el hombre que se autodenominó "Antares de la luz" era un músico de destacado talento que, tras un viaje realizado a China en el 2007, junto con la banda musical "Amaru", inició un proceso de cambio radical en su personalidad. Se interesó por la medicina oriental y con ello a la sanidad espiritual.

Según quienes lo conocieron, el carácter de "Antares de la Luz" era "fuerte pero encantador", y que además tenía la habilidad "de hacer que la gente creyera en él".

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Un año y medio después de su viaje a China, según la carpeta investigativa de este caso, Ramón Castillo conoció a Natalia Guerra y a otros seguidores que lo reconocieron como "líder espiritual". Por el valor de 60 mil pesos chilenos ($84), Castillo realizaba seminarios de autosanación y autoconocimiento, los que incluían comidas, alojamiento y otros beneficios.

Durante sus rituales, los integrantes de la secta consumían ayahuasca, una planta alucinógena, y eran habituales los sometimientos sexuales a las mujeres del grupo por parte del líder, indicaron medios internacionales.

El dominio sobre sus seguidores era tal, que tras una serie de tomas de Ayahuasca, si Antares les indicaba que sus mascotas eran malignas y que debían ser eliminadas, estos ejecutaban la orden.

Castillo Gaete, además, influyó en los integrantes de la secta para que se desligaran de sus parejas, como ocurrió con Natalia Guerra y Pablo Undurraga (otro de los miembros) que no dudaron en separarse. Después de esto, Antares inició una relación sexual con Natalia y con las demás mujeres del grupo.

Según las investigaciones fiscales reveladas en 2013, los integrantes de la agrupación tendían a cumplir con los caprichos de Castillo, a quien debían mantener, no importando si esto significada endeudarse.

También las investigaciones descubrieron que el líder de la secta maltrataba a sus integrantes cuando él consideraba algún comportamiento "inapropiado". Como castigo los obligaba a desnudarse y les propinaba 45 golpes y si estos lloraban, les ejecutaba otros tres más, detalló Infobae.

Asesinar al "anticristo"

Se consideraba a sí mismo como un ser supremo, muy parecido a un "dios" en la tierra, y les comentó a las mujeres de la secta, con quienes sostenía relaciones, que si quedaban embarazadas, el bebé tenía que ser sacrificado.

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Eso fue el caso de Natalia, cuando Castillo se enteró que ella tendría un hijo suyo estalló en rabia: "Puede que sea Lucifer, ahora lo voy a atrapar".

Ramón Castillo Gaete, un músico conocido como “Antares de la Luz”, quien dirigió la secta chilena, y Natalia Guerra. Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial/twitter.com/peruenlanoticia/status/1148711457778913282

Por tal razón, cuando supo que quedó embarazada, la mantuvo encerrada durante toda la gestación, para luego pedirle que entregara a su hijo para un ritual supuestamente destinado a "salvar el mundo" antes de su fin, previsto, según decía, en una profecía maya para el 21 de diciembre de 2012, según un reporte de AFP del 25 de abril de 2013.

Natalia dio a luz a su hijo el 21 de noviembre de 2012 en un hospital privado, de donde dos días después fue sacado del centro asistencial.

El 23 de noviembre de 2012, en los alrededores de Colliguay, ubicada en la Quinta Región de Chile, la secta se reunió para practicar el rito más macabro de su historia: asesinar al bebé fruto de la relación entre Guerra y el líder del grupo, que consideró a su propio hijo como el "anticristo".

De acuerdo con medios chilenos, el niño, llamado Jesús Guerra, fue desnudado, amarrado de manos y pies, le pusieron un calcetín en su boca y fue entregado a Antares, quien lo lanzó vivo a una hoguera.

La atrocidad cometida quedó al descubierto tras una denuncia que dio paso a las indagaciones del caso que culminó con la caída del líder de la secta, quien era buscado por el crimen, y la detención de varios de los miembros de la agrupación, entre ellos Natalia por estar implicados en el mismo hecho.

"Antares de la Luz", quien se encontraba prófugo de la justicia en Perú terminó por suicidarse y su cuerpo fue hallado al interior de una vivienda el 1 de mayo de 2013.

"Se ha confirmado que el cadáver que se halló en una casa colgado de una cuerda es el ciudadano chileno Gustavo Castillo Gaete, de 36 años, buscado en su país por la muerte de un bebé", informó en aquella ocasión la AFP.

Por su parte, Natalia recibió en 2017 una condena de cinco años de cárcel, pero un tribunal concedió su libertad condicional hace unos días.

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