Los LeBarón aseguran que tiene sus propias investigaciones y hablan de su atacante: “Fue de una camioneta negra, tengo videos”

"La camioneta que agarraron es la misma que arriaron el sábado en la gasolinera. Están los videos (...)", se escucha decir a uno de los líderes de los LeBarón en un audio al que tuvo acceso el periódico milenio.com.

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Integrantes de la familia de Lebaron lloran junto al auto quemado donde fueron asesinados y quemados parte de los nueve miembros asesinados de la familia. Foto/ AFP

Por Agencias - Xiomara Alfaro

2019-11-09 4:26:18

Una conversación citada por medios internacionales señala al cartel La Línea como los responsables de la emboscada en la que murieron nueve miembros de la colonia LeBarón, en Sonora, México a inicios de la semana.

En el audio se escucha a Adam Langford, exalcalde de Bavispe, Sonora, y miembro de la comunidad mormona LeBarón decir, en una reunión privada que sostuvieron con la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, y el secretario de Seguridad estatal, David Anay, que tiene sus propias investigaciones y que las mujeres y niños que viajaban en las camionetas sufrieron un ataque directo y no quedaron en juego cruzado como lo ha planteado el aparato de seguridad estatal.

Estos son los nueve muertos de la familia LeBarón: Rhonita, Dawna y Christina, y los menores Trevor, Rogan, Howard, Krystal, Titus y Tiana.

“Lo que yo tengo ahorita de mis propias investigaciones, y se lo dije al secretario de Gobierno, (es que) fueron ellos (los de La Línea)”, dijo Langford uno de los líderes de la comunidad.

El sitio milenium.com tuvo acceso a esta conversación en la que Langford aseguró además que los convoy de la familia fueron atacados de manera intencional.

“Esa gente fue de La Línea de Chiguagua”, agregó al mismo tiempo que habló de la camioneta de la que fueron atacados.

“La camioneta que agarraron es la misma que arriaron el sábado en la gasolinera. Están las cámaras de la gasolinera, tengo los videos. La camioneta negra esa, todos saben…”.

El exalcalde señala además que lo que hicieron fue para hacerlos quedar mal en Sonora.

La masacre en la que murieron tres mujeres y seis niños ocurrió en un camino rural casi desértico, entre los estados de Chihuahua y Sonora. Una de las madres y sus cuatro hijos fueron calcinados al interior del vehículo en el que se conducían, en tanto los niños sobrevivientes corrían por las colinas tratando de esconderse para ponerse a salvo. El ejercito mexicano tardó al rededor de ocho horas en llegar al lugar, por lo que miembros de la misma comunidad empezaron a llegar a la escena, fuertemente armados, para rescatar a los niños sobrevivientes y recuperar los cuerpo de sus muertos.

Desde el viernes, las autoridades que en un inicio descartaron el ataque directo y señalaron que la familia había quedado en fuego cruzado en una disputa entre cárteles de la droga, han ampiado los operativos y reforzado la seguridad a los municipios de Bavispe, Bacerac, Moctezuma, Cumpas, Huachinera, Yécora y Sahuaripa.

El mismo días, los LeBarón despidieron a sus mujeres y niños en una ceremonia marcada por el dolor y el pánico.

El vehículo en el que se transportaba Rhonita Miller LeBarón, un Chevy Tahoe, fue el primero en ser baleado. En el automotor se conducía la mujer y sus hijos, Howard (de 12 años), Krystal (10 años) y los gemelos Titus y Tiana (ocho meses). Tras el asesinato fue incendiado. Foto/ AFP

Con militares custodiando la entrada de La Mora, cientos de personas llegaron el jueves a este remoto poblado agrí­cola mexicano para los funerales.

En una sola tumba reposarán los restos de una mujer y sus dos hijos, quienes fueron baleados afuera de La Mora, en el estado mexicano de Sonora, donde viven unas 300 personas. Muchos de sus residentes tienen doble nacionalidad de Estados Unidos y México y se consideran mormones, aunque no están afiliados a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Dí­as.

Hombres con palas y un muchacho ayudaron a preparar el terreno en un pequeño cementerio en la comunidad ubicada a unos 110 kilómetros (70 millas) de Arizona, donde se pueden ver de forma alternada casas con estilo estadounidense, establos y huertos. La gente talló a mano los ataúdes de pino.

Vehí­culos del ejército mexicano pasaban con regularidad por el único camino pavimentado en La Mora, ofreciendo la seguridad que faltó el dí­a de los asesinatos.