El capo mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, quien permanece en una prisión de máxima seguridad en Nueva York hace casi dos años, hizo una inesperada solicitud previo a su juicio en Estados Unidos.
Guzmán quiere que le permitan abrazar a su esposa, Emma Coronel Aispuro, antes del arranque del juicio en su contra el próximo 13 de noviembre.
Guzmán Loera, considerado por el Gobierno de Estados Unidos como “extremadamente peligroso”, hizo el reclamo a través de su defensa en una carta enviada al juez Brian Cogan, en la que se señala que ese breve encuentro puede ser en plena sala del tribunal federal en el distrito de Brooklyn, donde se le juzga por narcotráfico, posesión de armas y blanqueo de dinero.
En los argumentos al juez la abogada Mariel Colón Miró aduce razones “humanitarias” y aclara que ese abrazo sería “con la barandilla de por medio”, la que separa al público del área donde se realiza el juicio.