La confesión de un sicario que ayudó a asesinar al papa Juan Pablo I
Detalles del supuesto plan para asesinar a Albino Luciani, cuyo pontificado duró apenas 33 días, han salido a la luz en un libro que escribió el exintegrante de la mafia de Nueva York
El 28 de septiembre de 1978, la repentina muerte del papa Juan Pablo I sacudió al mundo católico y su deceso estuvo rodeado de misterio, sin embargo, cuarenta y un años después sale a la luz cómo y por qué lo mataron.
Albino Luciani lideró uno de los papados más cortos de la historia, pues apenas tenía 33 días de haber asumido el pontificado cuando ocurrió su sorpresivo deceso.
Ahora, el sicario de origen italiano Anthony Raimondi, exintegrante de la mafia de Nueva York, confesó haber participado en el asesinato.
Raimondi, de 69 años, revela en su libro “When the bullet hits the bone” (Cuando la bala golpea el hueso) el supuesto plan para cometer el crimen, para ocultar un fraude millonario en el Vaticano.
En una entrevista con el The New York Post, dijo que tuvo acceso a lugares privilegiados de la Santa Sede en 1978 gracias a su primo cardenal, el estadounidense Paul Marcinkus, quien dirigía el Banco Vaticano.
La misión de Raimondi, quien en ese entonces tenía 28 años, era estudiar la rutina del pontífice, considerado una amenaza para las finanzas de la institución que dirigía Marcinkus, y definir la forma de terminar con su vida. La técnica elegida fue una taza de té con una fuerte dosis de Valium, la cual fue servida al Papa en su habitación.