Venezuela contará por primera vez en 15 años con la participación de observadores internacionales para verificar las elecciones locales y regionales programadas para este domingo 21 de noviembre, que se darán en un proceso que por años ha estado plagado de irregularidades bajo el chavismo.
Los comicios tendrán lugar después de las cuestionadas elecciones en Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega se consolidó por cuarto periodo consecutivo en medio de la condena internacional por sus prácticas antidemocráticas.
En similares condiciones se desarrollarán las elecciones venezolanas, que ubican al país sudamericano como la segunda "farsa electoral" en 14 días en Latinoamérica.
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, dijo en un artículo que publicó en Infobae que "la arremetida contra opositores por el régimen de (Nicolás) Maduro implica que esas elecciones no serán libres ni justas. Por ello, hay quienes temen que la presencia de los observadores sea una estrategia para legitimar una farsa electoral".
No obstante, él se muestra a la expectativa del rol que las delegaciones internacionales podrían desempeñar en el evento "si ejercen con independencia las amplias facultades de acceso que les concedieron las autoridades electorales, cuestionando de manera oportuna la realidad en el país y documentando violaciones de derechos".
"Los observadores deben denunciar esa farsa y exigir correcciones", señaló Vivanco en Twitter al compartir su artículo.
Según plasma Vivanco en la publicación de Infobae, el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), donde dos de los cinco rectores son cercanos a la oposición, "negoció la presencia de una misión de observación electoral de la Unión Europea (UE), un Panel de Expertos Electorales de las Naciones Unidas y una misión especializada del Centro Carter para actuar como veedores en las elecciones de noviembre".
En ese marco, la UE y el CNE firmaron un acuerdo que le "otorga a los observadores libre acceso a todos los partidos políticos, candidatos, autoridades electorales y otros actores de la sociedad venezolana, así como a los centros de votación", expone, es decir, "la misión puede compartir públicamente su evaluación del proceso electoral antes, durante y después de las elecciones", prosiguió.
La Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) ha desplegado desde el 14 de octubre un equipo de 11 analistas. A ellos se unieron 44 observadores de largo plazo, 34 observadores de corto plazo, nueve miembros del Parlamento Europeo y más de 30 observadores reclutados localmente entre el cuerpo diplomático acreditado en Venezuela, indicó la agencia EFE.
Mientras, en la jornada de votación, la misión contará con cerca de 130 observadores que visitarán centros de votación en 23 estados del país.
Vivanco concluyó: "Los observadores también podrían contribuir a sentar las bases para asegurar condiciones que les permitan a los venezolanos ejercer su derecho a votar y a postularse a cargos públicos con libertad en futuras elecciones. Para no perder esta oportunidad, es indispensable que los observadores puedan ejercer y ejerzan plenamente sus mandatos".
Esta previsto que dos días después de las elecciones venezolanas, la jefa de la MOE-UE, Isabel Santos, emitirá una declaración preliminar, tal y como marcan las normas de las misiones europeas, añadió EFE.
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