La “siniestra hija modelo” que intentó asesinar a sus padres y tras fallar contrató a sicarios para que los mataran a sangre fría

Su perturbadora historia inició cuando falsificaba sus calificaciones debido a una crianza estricta; su historia se volvió perturbadora cuando pasó 10 años de su vida planificando el retorcido plan.

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Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / Pixabay.

Por H. Sermeño

2020-10-13 11:53:27

Su vida pintaba con un brillante futuro, sus excelentes calificaciones y menciones de honor la respaldaban. Sin embargo detrás del éxito que la rodeaba se escondía una siniestra historia.

Para sus padres Jennifer Pan siempre fue una hija modelo. Por sus mentes jamás se cruzó la idea de que su pequeña tenía planeado acabar con sus vidas.

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La chica canadiense de ascendencia asiática siempre tuvo una vida sumamente estricta, algo que al final la llevó a tener una vida llena de mentiras y lo peor de todo fue que la llevó a planear durante 10 años el asesinato de sus padres.

Jennifer nunca pudo socializar y tenía prohibido hablar con chicos para evitar que la distrajeran de su formación académica. Su madre Bich Ha y su padre Huei Hann Pan la llevaban y recogían en la escuela.

Su perturbadora historia empezó cuando desertó de sus estudios, pero falsificaba sus boletas de calificaciones e incluso falsificaba reconocimientos académicos.

Una bomba de tiempo

La situación empeoró cuando llegó a la Universidad. Jennifer les presentó a sus padres una carta de admisión falsa. Para esa época ella había conocido a su novio Daniel Wong, con quien mantuvo una relación a escondidas de sus padres.

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Cuando supuestamente había cursado dos años en la universidad de Ryerson, ella cambió sus planes y engañó nuevamente a sus padres al decirles que había obtenido una beca en una universidad de Canadá.

La realidad era que Jennifer vivía con su novio Daniel y ella trabajaba de mesera y también daba clases de piano.

Fue en ese punto de su vida, que las mentiras se volvieron insostenibles. Jennifer comenzó a sentirse agobiada y de inmediato comenzó a rondarle en la cabeza la macabra idea de matar a sus padres.

Tras inventar una historia más para que sus padres no asistieran a su graduación de la Universidad, ellos contactaron a la supuesta amiga con quien vivía Jennifer y descubrieron que no mantenían contacto desde hace años.

Bich y Huei obligaron a confesar todo a Jennifer, eso sucedió en 2010. Por lo que la obligaron a renunciar a su trabajo, le quitaron su celular y laptop; y por si eso fuera poco instalaron un GPS en su auto para tenerla nuevamente controlada. Ese fue el detonante final para implementar el sangriento plan.

Una letal compañía

Como una broma cruel del destino, tras volver al “régimen” de sus padres, Jennifer se reencontró con Andrew, un viejo amigo quien estaba atravesando por una situación similar. Fue su amigo quien le presentó a la chica quien para entonces tenía 24 años, otro amigo y entre los tres idearon el asesinato.

El nuevo amigo sería el encargado de matar a los padres de Jennifer, por lo que ella le pagó $1.500 dólares, pero no logró su cometido pues el joven solo la estafó y huyó con el dinero.

Esto solo empeoró las perturbadoras ideas de Jennifer. Con el paso del tiempo se volvió a reencontrar con su exnovio Daniel, una situación que aprovechó para perpetrar su plan pues estaba convencida de que no sería feliz mientras sus padres vivieran.

Fue así como un buen día Jennifer fingió un asalto. Unos hombres ingresaron a su casa un 8 de noviembre de 2010 y tras una señal los ladrones, que más bien eran sicarios, entraron y les dispararon en la cabeza.

La madre de Jennifer murió de inmediato, no así su padre quien logró salir de la casa y pedir ayuda. El hombre fue trasladado al hospital, pero fue inducido a un coma. Tras despertar Huei recordaba todo y ese fue el principio del fin para su hija.

Jennifer se vio acorralada en el interrogatorio policial, y finalmente terminó confesando todo. En 2014 fue sentenciada junto a su novio Daniel a cadena perpetua, ella tenía 28 años.