Una nueva polémica por la atención a centenares de inmigrantes menores de edad en un centro en Texas rodeó este martes la dimisión del comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), John Sanders, en medio de lo que el Gobierno ha calificado como una crisis.
Sanders anunció su dimisión poco después de que un grupo de abogados denunciara que los pequeños recluidos en el centro de Clint, cerca de la frontera texana con México, vivían en condiciones insalubres, lo que llevó al traslado de centenares de ellos a otras instalaciones.
La renuncia, que no se hará efectiva hasta el próximo 5 de julio, según una carta de Sanders a los empleados de la CBP dada a conocer por medios locales, se produce tras los recientes cambios ensayados por la Administración de Donald Trump en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), que tiene a su cargo la CBP.
En su mensaje a los empleados, Sanders explicó que presentó este lunes su dimisión al secretario interino del DHS, Kevin McAleenan, a quien reemplazó al frente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza tras ser designado el 15 de abril.
En su carta, el funcionario no precisó con claridad sus razones para dar un paso al costado.
No obstante, la renuncia llegó en plena controversia por la situación en el centro de Clint, donde permanecían pequeños que habían sido separados o bien de los adultos con los que cruzaron sin papeles la frontera o bien de madres adolescentes, según informó el lunes The New York Times.