Florence, una anciana jubilada, de 87 años, que se encontraba sola y postrada en una cama, sin poder hacer mucho esfuerzo por su condición de salud, realizó una llamada a la policía italiana para hacer una inusual petición; que le cocinaran la cena.
“Ayúdenme, estoy sola, tengo hambre y no puedo cocinar”, exclamó la mujer a la policía. Las autoridades respondieron de inmediato a la petición y enviaron a dos agentes para que atendieran a la anciana.
Florence, dijo que su cuidadora no se presentó a trabajar y que intentó valerse por si misma, pero al ver que no pudo, se le ocurrió llamar a la policía para pedir ayuda.
Los agentes Antonio y Giuseppe fueron los asignados para la misión, pero cuando llegaron a la casa de la mujer, nadie respondió, por lo que, acudieron a un vecino para que les ayudará a abrir la puerta, al entrar a la casa de Florence, los oficiales se dispusieron a cocinar unos ravioles en salsa de tomate.
“Los dos agentes lo han hecho bien en la cocina y han preparado un buen plato de ravioles con salsa que la señora ha comido en compañía. Esto también es nuestro”, informó la Policía italiana.
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De acuerdo a la publicación de la policía italiana, la mujer contó que tiene un hijo que vive en otra ciudad y para evitar que se preocupará, ella le aseguró que sola lograría resolver el día.
Los italianos celebraron la respuesta de la policía. “Honor y respeto, admiración todos los días”, “Felicidades son muy buenos”, “Pequeños gestos, los que cuentan”, fueron algunos comentarios a la publicación.