El Gobierno de Israel se ha convertido en el primero a nivel mundial en cerrar sus fronteras por completo a los viajeros extranjeros ante la amenaza que representa ómicron, la nueva variante de Covid-19. El Ministerio de Salud impondrá de forma interna varias medidas de bioseguridad, así como cuarentena obligatoria a los israelíes que regresen al país.
Actualmente Israel tiene un caso confirmado de la nueva variante, registrado en una residente que regresaba de Malawi, hace una semana, hasta la fecha se tiene otras doce personas en observación mientras se realizan los análisis correspondientes debido a la sospecha de contagio, entre ellos se encuentran viajeros procedentes de África.
Las medidas “estrictas” se mantendrán durante dos semanas a la espera de los informes brindados por el Ministerio de Salud y el desarrollo de la variante, el gobierno pretende “mantener Israel protegido del exterior y abierto a nivel interno”, argumentó el primer ministro, Naftali Benet, quien recalcó “no ser un paso fácil”, pero es algo “necesario y temporal”.
Mientras tanto el jefe de Gobierno que ha mantenido una constante intervención para mantener la economía abierta con minuciosas limitaciones se dirigió a la población para pedir “paciencia y disciplina” y aseguró que el Ejecutivo “revisa la situación todos los días” para “ajustar los pasos y restricciones”.
Durante la reunión semanal del concejo de ministros Benet, sostuvo “Nuestra misión como Gobierno es permitir que la vida siga de la forma más rutinaria posible”. Por lo que ven necesario “endurecer ahora el cierre de fronteras para mantener Israel abierto por dentro”.
Es importante señalar que el país había mantenido sus puertas cerradas al publico durante un año, luego de reabrir el pasado 1 de noviembre, esta acción representa un duro golpe al sector turismo de dicho territorio.
Las medidas impuestas ante la amenaza de Ómicron, entran en vigor dos días después que el Gobierno prohibiera los viajes a los países de África a excepción de Egipto y Megreb, la restricción incluye los destinos de la “lista roja”.
Todos los israelíes que regresen al país deben estar aislados durante tres días si ya están vacunados, pero se mantendrán una semana en cuarentena si no tienen la dosis del fármaco. Todos deben guardar el aislamiento en hoteles designados por el Gobierno para mantener vigilancia, así como presentar una prueba PCR negativa.
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