Una estampida en el cortejo fúnebre de un importante general iraní asesinado en un ataque aéreo estadounidense dejó el martes a 40 muertos y 213 heridos, informaron dos agencias de noticias semioficiales.
La estampida se produjo en Kerman, ciudad natal del general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani, cuando se llevaba a cabo la procesión, según Pirhossein Koulivand, jefe de los servicios médicos de emergencia de Irán, reportaron las agencias Fars e ISNA.
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Agencia de noticias oficial iraní confirma 35 muertos y 48 heridos en la #estampida humana sobrevenida durante el funeral de #Soleimani en su ciudad natal de #Kermán pic.twitter.com/m0oBJbYXRd— ? Mario Morínigo Moray (@mmmoray) January 7, 2020
No había información sobre qué provocó la estampida. Los videos iniciales publicados en redes sociales muestran a las personas sin vida en una calle, mientras otros gritaban y traban de ayudar.
El funeral de Soleimani fue pospuesto, pero no se dio una nueva fecha.
Desafortunadamente, como resultado de la estampida, algunos de nuestros compatriotas resultaron lesionados y algunos murieron durante las procesiones fúnebres?, había dicho horas antes. Al aplazar el entierro de Soleimani, las autoridades citaron su preocupación por la gran multitud reunida, indicó ISNA.
Ayer, miles de personas se congregaron en el centro de Teherán para despedir al comandante Soleimani, en un funeral que contó con la presencia del líder supremo, Alí Khamenei.
El guía supremo iraní presidió el lunes una corta oración en la Universidad de Teherán ante el féretro del general, muerto el viernes.
En la reunión también se encontraban el presidente iraní Hassan Rohani, el presidente del Parlamento Alí Larijani y el jefe de la Autoridad judicial Ebrahim Raisi, quienes junto al ayatola Alí Khamenei llevaron a cabo una breve oración en árabe poco después de las 9h30 (6h00 GMT).
Desde primeras horas de la mañana, los iraníes se acercaron andando hacia la zona de la Universidad de Teherán y de la plaza Enghelab (cercana al recinto estudiantil), donde dieron comienzo a las honras fúnebres.
Los asistentes al funeral portaban fotografías de Soleimaní, banderas iraníes y estandartes negros de luto, así como pancartas con lemas contra Estados Unidos.
La Policía fue desplegada horas antes en zonas estratégicas, ya que se esperaba una gran multitud. Las autoridades aplicaron limitaciones de tráfico y pidieron a los residentes que retiraran sus vehículos de las calles.
También se aumentaron las medidas de seguridad en la capital iraní, que es sobrevolada por helicópteros desde el domingo por la tarde.
Los jefes de los tres poderes de Estado, miembros del Gobierno, diputados y altos comandantes militares asistieron a la ceremonia.