Irán anunció el domingo que ya no cumplirá con ningún límite impuesto bajo el acuerdo nuclear que concretó en 2015 con potencias mundiales luego de que un ataque perpetrado por Estados Unidos provocó la muerte de un general iraní en Bagdad.
Con la decisión, Teherán abandona provisiones importantes del pacto que le impedía tener el material suficiente para fabricar un arma atómica.
El gobierno insistió durante una transmisión en la televisora estatal que seguía dispuesto a negociar con los socios europeos, que hasta el momento no le han ofrecido una alternativa para vender su crudo en el extranjero pese a las sanciones de Estados Unidos. Tampoco se retractó de la promesa de no fabricar un arma nuclear.
Sin embargo, el anuncio representa la amenaza de proliferación nuclear más clara que ha hecho Irán desde que el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo en mayo de 2018. También intensifica las tensiones en la región, debido a que Israel, añejo adversario de los iraníes, ha prometido que no dejará que Irán pueda producir una bomba atómica.
Según el comunicado oficial, el quinto y definitivo paso de reducción de compromisos nucleares “elimina la última restricción técnica que quedaba, que era el límite en el número de centrifugadoras”, que era de unas 6,100 para la producción de uranio.
El anuncio se produjo el domingo por la noche luego de que otro funcionario iraní dijo que Teherán consideraría acciones más duras por la muerte del comandante Qassem Soleimani ocurrida el viernes.