Una serie de brazaletes de varios colores han sido encontrados últimamente en la frontera sur de Estados Unidos, mismos que, según una investigación periodística, estarían siendo utilizados por los carteles de droga mexicanos para clasificar a los inmigrantes centroamericanos que pasan por México en su travesía hacia el territorio estadounidense.
Una investigación publicada por Insight Crime recoge que la aparición de los brazaletes comenzó a observarse desde hace casi seis meses, específicamente en el sur de Texas, en Estados Unidos, en una zona que limita con el norte del estado mexicano de Tamaulipas.
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Entre los artefactos plásticos encontrados se puede notar que hay una cierta jerarquización y clasificación por colores, mismos que se acompañan con palabras como "ingreso" o "llegada", de los cuales aún no se conoce exactamente en qué consisten esos conceptos.
Sin embargo, las autoridades fronterizas de Estados Unidos creen que sirven para que los inmigrantes tengan una especie de "pase libre" a través del territorio mexicano, principalmente en las zonas donde opera el crimen organizado.
Los brazaletes, según la investigación, no sirven solo para identificar a los migrantes, sino también para definir el servicio por el que pagó, pues aquellos viajeros que no porten el brazalete consigo podrían someterse al riesgo de ser secuestrado o asesinados por los cárteles de droga.
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En dicho informe se estima que aquellos indocumentados que llevan brazalete han pagado a los coyotes una cantidad más alta de dinero para poder salvarse de las distintas amenazas en las zonas controladas por criminales, mientras que aquellos que no han pagado por ese servicio extra estarían exponiéndose a mayores riesgos.
Por su parte, la cadena Univisión va más allá y, en un reportaje, afirma que los inmigrantes pagan la suma de $500 por los brazaletes, que sirven específicamente como "derecho de paso por el Río Grande (conocido como Río Bravo)".
Juan Cedillo, un periodista y escritor consultado por Univisión, afirma que esta nueva modalidad obedece a los flujos altos de inmigrantes que pasan a diario por tierras mexicanas, a la vez que sirven para tener un control más sistematizado sobre la cantidad de personas que intentan cruzar la frontera.
Al consultar a una persona migrante sobre el uso del brazalete, responde que es un pago al que han sido obligados por los llamados coyotes, a cambio de no ser extorsionado o secuestrado por los cárteles.
Asimismo, la oenegé internacional Centro de Estudios de Inmigración (CIS, por sus siglas en inglés) ha encontrado en sus distintas investigaciones de campo que los brazaletes, incluso, tienen figuras grabadas que indican qué grupo criminal o contrabandista se encargó de trasladar a los migrantes. Las figuras pueden incluir la imagen de una tortuga o de una especie de demonio.
Un especialista en migración consultado por el CIS coincide con el periodista Cedillo y apunta a que la cantidad de migrantes (que se incrementó durante las multitudinarias caravanas de migrantes impulsadas desde 2018) ha obligado a los grupos delictivos a organizarse en torno a este fenómeno, mismos que han creado procesos por que, incluso ellos, no saben quiénes han pagado y quiénes no para atravesar la frontera de forma ilegal.
Asimismo, el especialista asegura que aquellas personas que se han comprometido a pagar una deuda y reciben el brazalete, serían ubicados con facilidad por los grupos criminales en caso de no saldar el dinero pendiente, debido que en el proceso los cárteles obtienen información sobre las familias de los migrantes, su país de origen y el destino hacia el que se dirigen.
El flujo de inmigrantes centroamericanos incrementó desde el mes de enero cuando el presidente Joe Biden asumió el poder en la Casa Blanca, sin embargo, el nuevo gobierno también ha sido claro y contundente en que "no es momento de emigrar hacia los Estados Unidos".