La indignación se ha reavivado en la sociedad argentina luego de que un caso que conmocionó en 2016 tuviera un giro inesperado para muchos ciudadanos.
El pasado viernes, los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas absolvieron a Matías Farías, de 25 años, y Pablo Offidani, de 43, del delito de feminicidio argumentando que no había pruebas suficientes para condenarlos por la violación y asesinato de la adolescente Lucía Pérez, crimen cometido en octubre de 2016 en Mar de Plata, Argentina.
En cambio, condenaron a Farías y Offidani a ocho años de prisión por el delito “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” y obligados a pagar una multa de $135,000. Mientras que el tercer involucrado, Alejandro Maciel, de 61 años, también fue absuelto y puesto en libertad. Ninguno de los acusados fue condenado por el feminicidio de la joven.
Ahora, los tres jueces están en la mira de un jurado de enjuiciamiento porque creen que incurrieron en “mal desempeño en sus funciones”, por ello autoridades, sociedad civil y la familia han pedido que sean investigados.
“El femicidio de Lucía fue tan claro y horrendo y que esos jueces hayan absuelto a estos reos es aberrante”, sostuvo Marta Montero, madre de Lucía, al protestar frente al Tribunal de Casación Penal, que debe analizar la apelación presentada por la familia.
La sentencia ha causado conmoción en Argentina y ha recibido numerosas críticas, además se ha convocado de nuevo a un paro de mujeres.
Los tres jueces concluyeron que la adolescente no había sido abusada sexualmente porque “Lucía tenía una personalidad que distaba mucho de ser sumisa” y tenía “relaciones sexuales con quien y cuando quería”, argumentos tildados como subjetivos y sin ningún apoyo legal. Además, dichas declaraciones contribuyen a la revictimización y violencia contra la víctima.
La decisión judicial ha generado un repudio en varios sectores de la sociedad argentina. Para el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales, “la sentencia exhibe una indiferencia total a las exigencias que el derecho internacional de los derechos humanos plantea desde hace décadas en relación con la incorporación de perspectiva de género en el juzgamiento de delitos sexuales”.
“A Lucía Pérez la mataron dos veces. La primera vez, los ejecutores directos; la segunda, quienes los absolvieron y así negaron que dos adultos que suministran cocaína para someter a una adolescente son responsables de abuso y femicidio. Quieren decirnos que su vida no cuenta, que las relaciones de poder que son la base de la violencia machista no existen”, señalaron organizaciones sociales y de derechos humanos en un comunicado. El fallo ha sido contestado con manifestaciones en Buenos Aires y en Mar del Plata.
El brutal crimen
Lucía tenía 16 años cuando fue asesinada el 8 de octubre de 2016. Según el informe policial, a las 10:30 de la mañana Offidani y Farías, quienes vendían drogas a adolescentes, llevaron a Lucía a una vivienda donde abusaron sexualmente de ella y la drogaron, luego la llevaron muerta a un centro médico para que fuera atendida.
Lucía fue atendida en la Unidad Sanitaria de Playa Serena, llegó sin signos vitales. Los médicos trataron de reanimarla por 40 minutos. La fiscal del caso indicó que Lucía también fue empalada, lo que contribuyó a su muerte.
La Fiscalía asegura que Lucía conoció a sus agresores un día antes de su muerte, el 7 de octubre, cuando se acercaron a través de una amiga de la escuela para venderle un cigarrillo de marihuana, por el caso el ministerio público solicitó cadena perpetua para los hombres.