El sacerdote ruso Vasili Necheporenko fue suspendido de su cargo después que Anastasía Alexéyeva, de 24 años, se quejara, en redes sociales, por la forma en que él bautizó a su hijo.
La ceremonia fue celebrada el 10 de agosto en Gátchina, ciudad ubicada a unos 45 kilómetros de San Petersburgo (Rusia); y en las imágenes difundidas en redes sociales muestran como el sacerdote sumerge al pequeño, quien llora, en la pila bautismal; luego, con esfuerzo y en medio de forcejeos con el pequeño el religioso repite la acción; la madre interviene y pide le entregue el niño, pero el clérigo no se lo permite y continua.
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— ??????????? (@StalinGulag) August 11, 2019
A medios locales Anastasía Alexéyeva explicó que tras el bautizo, su hijo de un año terminó con rasguños en el cuello y el hombro, además de trauma psicológico porque “ahora llora de todo”.
De acuerdo con las reglas de la iglesia ortodoxa, el bebé debe zambullirse tres veces bajo el agua, y esa sería la razón por la cual Necheporenko no se detuvo.
Antes de ser suspendido, el sacerdote, conocido como Focio, se defendió firmemente y culpó a las “altas emociones” de la madre.
Además explicó que él es diácono de la iglesia ortodoxa desde hace 26 años y dijo que no hizo nada peligroso durante el bautizo.
Antes del servicio, el sacerdote había acusado a Anastasia de no conocer la Oración del Señor de memoria y de no ser lo suficientemente religiosa.