Hace pocos días trascendió como curiosidad entorno al nuevo beato Carlo Acutis, el “Ciberapóstol de la eucaristía”, la buena condición en que permanecen sus restos, tras 14 años de fallecido.
“Se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro. Conserva todos los órganos”, explicó en aquel momento Carlos Acácio Gonçalves Ferreira, rector del ‘Santuario della Spogli Azione’ de Asís en donde se encuentra el cuerpo de Carlo.
También se conoció que su cuerpo permanece dentro de una caja de cristal, está vestido con jeans, sudadera y tenis.
Sin embargo, quizás, lo que más llamó la atención es condición de su rostro, pues parece como si duerme y en profunda paz.
Más de uno pensó que el cuerpo del joven italiano permanecía incorrupto, pero la verdad es otra, y fue el mismo Nicola Gori, postulador de la causa de Carlo quien lo reveló.
Además, Gori explicó que el rostro que se observa en la tumba del “ciberapóstol” de la Eucaristía es una máscara de silicona.
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“Lo que vemos no es el rostro real del joven, sino una máscara de silicona bien hecha que despierta asombro y reflexión”, señaló el postulador de la causa.
En una entrevista concedida a ACI Stampa -agencia en italiano del Grupo ACI-, Nicola Gori reconoció que “ciertamente, se ha prestado mucha atención al cuerpo de Carlo y su estado de conservación”, y confirmó que “no podemos hablar de incorrupto, pero lo que vemos es verdaderamente a Carlo en sus restos mortales que, con su presencia, libera ese deseo de mirar a Cristo que fue el verdadero amigo de su vida”.
En esta línea, Gori destacó el interés que hubo “en abrir la tumba y exhibir los restos mortales para la veneración de los fieles”, y agregó que “la imagen de Carlo que parece dormir plácidamente nos habla a todos mucho más que mil palabras”.