Honduras inicia apertura gradual del comercio tras casi tres meses de cierre

En Tegucigalpa, la reapertura gradual inició entre alegría e incertidumbre, pero con restricciones que han representado más de dos meses sin ingresos para las familias

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Un hombre con una mascarilla lleva suministros durante una protesta contra el entierro de personas que murieron de coronavirus COVID-19. Foto Archivo AFP/ ORLANDO SIERRA

Por EFE

2020-06-08 10:39:38

Honduras comenzó este lunes una reapertura gradual de varios sectores económicos autorizados por el Gobierno como medida de contingencia ante la crisis por la pandemia del nuevo coronavirus.

La reapertura se inicia tras varios días consecutivos con más de 100 contagios diarios en Honduras, que acumula 6,327 casos confirmados y 258 muertos por COVID-19 en casi tres meses del brote en el país, según cifras oficiales.

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El plan de cinco fases indicará las actividades autorizadas en los 298 municipios de Honduras, donde el Gobierno permite desde hoy la activación paulatina de empresas y comercios que cumplan con los protocolos sanitarios establecidos por las autoridades.

Al reinicio de las actividades económicas en el país se suma el retorno del 20 % de los trabajadores de al menos 24 instituciones del Estado.

La Mesa Multisectorial para la Apertura de Sectores Económicos y Sociales indicó en un comunicado que la reapertura es una medida que se “anticipa a la ocurrencia de una recesión económica sin precedentes” en la historia del país centroamericano.

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La reactivación es una “acción consecuente con los más altos intereses de la nación, subordinada a la protección de la salud y la vida de todos los hondureños”, que están obligados a utilizar mascarilla en todos los espacios públicos, añadió.

Asimismo, señaló que el cierre de las empresas y negocios supone “la posibilidad de un incremento en los niveles de pobreza y pobreza extrema, los desequilibrios de carácter social provocados por el impacto de la pandemia en la economía de las familias y la pérdida de vínculos que favorezcan la armonía en el entretejido social del país”.

En Tegucigalpa, la reapertura gradual inició entre alegría e incertidumbre, pero con restricciones que han representado más de dos meses sin ingresos para las familias, como la de Carlos González, quien vende frutas y legumbres en un mercado popular.

“No podemos confiarnos, nos da miedo salir a trabajar por tantos casos, pero necesitamos trabajar para llevar comida a nuestra casa”, declaró a Efe González.

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La reactivación en San Pedro Sula, ciudad en el norte del país, comenzó con una protesta de un grupo de vendedores ambulantes que exigen a las autoridades que les dejen trabajar.

“No vamos a permitir que nos sigan desalojando, están quitando las estructuras en las que mantenemos nuestra mercadería”, dijo a periodistas Fredy Núñez, portavoz de los manifestantes, que armaron varias barricadas con tarimas de madera a las que les prendieron fuego para impedir la circulación de vehículos en al menos dos calles del centro de San Pedro Sula.

El comercio informal, que representa el 70 % de la población económicamente activa, es uno de los sectores más afectados desde el inicio de la cuarentena en Honduras.

Las autoridades hondureñas señalaron que la cuarentena por la pandemia de la COVID-19 continúa, y que la salida ordenada de los ciudadanos, de acuerdo con el último dígito de su carné de identidad o pasaporte, continúa, de lunes a viernes, mientras que el sábado y domingo no se permite la actividad comercial ni la movilización de personas.