Honduras elige presidente entre el continuismo o la izquierda radical

La oposición, tildada de “comunista” por sus vínculos con el chavismo venezolano, acusa al oficialismo de “dictadura” por haber permitido la reelección cuando la Constitución lo prohíbe

descripción de la imagen
Nasry Asfura del Partido Nacional, Xiomara Castro de Libre y Yani Rosenthal del Partido Liberal se juegan la presidencia.

Por Enrique Miranda

2021-11-27 6:59:07

Los hondureños asistirán este domingo a las urnas en medio de un clima de tensiones políticas por las denuncias de irregularidades en el proceso y con un país sumido en la pobreza, representada en las constantes caravanas de hondureños hacia Estados Unidos que buscan salir del país ante la falta de oportunidades e inseguridad imperante.

El gobernante Juan Orlando Hernández concluye ocho años de mandato plagado de acusaciones de corrupción y nexos con el narcotráfico en su Partido Nacional y de ganar su delfín, el alcalde de Tegucigalpa y candidato oficial Nasry Asfura, su instituto político se aseguraría un cuarto mandato consecutivo al frente de Honduras, por lo que la oposición le tilda de “dictadura” al haber competido por la reelección en 2017 pese a que la Constitución hondureña lo impide.

Del otro lado y punteando en las encuestas se encuentra la candidata de Libre, Xiomara Castro, quien podría volver a la Casa Presidencial pues ya estuvo como primera dama al ser esposa del derrocado expresidente Mel Zelaya, reconocido por su alianza con el chavismo cuando gobernó Honduras entre 2006 y 2009 y por lo que el oficialismo etiqueta a la aspirante opositora como “comunista”.

“Hay muchas tensiones producto de la irregularidad de hacer leyes a favor de la impunidad. La principal preocupación es que si se habla de una dictadura de derecha, se habla del comunismo, pero estamos peor que un país comunista: el 73.6% según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del país dice que la población es pobre. El resto es una población que ha migrado del país y el resto una clase privilegiada de comerciantes y empresarios”, explicó a El Diario de Hoy el analista hondureño Josué Cover.

Según el mismo INE, de ese 73% de pobres, el 52 por ciento vive en la “extrema pobreza” por lo que los electores buscan una opción, más allá de las características políticas, que les devuelva la esperanza de generar una economía que les permita satisfacer sus necesidades básicas.

Te puede interesar: Arrestan a candidato presidencial de Honduras por narcotráfico y homicidios

“Todo esto suma un factor importante a nivel social que desencadena la crisis económica que ha creado el gobierno de Honduras, que no solamente es del actual gobernante Juan Orlando Hernández, quien se reeligió ilegítimamente en 2017 porque la Constitución lo prohíbe, sino de los gobiernos anteriores tanto nacionalistas como liberales”, resume Cover sobre la precaria situación.

“Comunismo” o “dictadura”

Ambos partidos con más probabilidades de ganar según los sondeos de opinión son el Partido Nacional, gobernante y conservador, y el Libre, fundado por Zelaya tras ser derrocado en 2009 cuando gobernaba para el Partido Liberal, considerado de izquierda.

“Tengo una propuesta de reconciliación nacional, porque una dictadura oprime al país y hay millones de personas sufriendo y miles de jóvenes emigrando. Es necesario que una mujer transforme la sociedad y el Estado, combata la corrupción y el crimen organizado”, dijo Castro en su cierre de campaña.

La aspirante ofrece cerrar las Zonas Económicas (ZEDES), retirar impuestos y también una Comisión Internacional contra la Corrupción.

Asfura, por su parte, ofrece generar empleos, reactivar la economía, mejorar la seguridad, pero, sobre todo, habla de “no retroceder” en referencia al pasado de Zelaya.

“Honduras no puede retroceder, al contrario, se tiene que ver hacia adelante para hacerla grande”, dijo Asfura en su cierre de campaña.

Castro pasó al frente en las encuestas a principios de mes, luego que se aliara con el candidato considerado “outsider” Salvador Nasralla, un polémico comentarista deportivo que fundó el partido Salvador de Honduras y que ya fue candidato en 2017. Castro también ya fue candidata en 2013 y en ambas elecciones denunció “fraude” de parte del partido gobernante.

La esposa de Zelaya ha ofrecido gobernar con un “socialismo democrático”, etiqueta que utiliza para ahuyentar los temores en los sectores conservadores y que recuerdan la cruzada pro chavista que emprendió “Mel” en 2009 y que desembocaron en su derrocamiento.

A juicio de la socióloga hondureña Julieta Castellanos , la destitución por parte del Congreso de Zelaya en esa época es una herida que aún no sana entre los hondureños y que debe abordarse en una nueva Constitución, pues la actual que data de 1980 no otorga facultades para resolver conflictos que no había en la época.

“Aquel conflicto de 2009 viene arrastrando en el país un fractura que las élites no se han sentado a resolver. Hay aspectos que la Constitución no aborda, como por ejemplo, cuando un poder del Estado va más allá de sus atribuciones. No hay forma de sacar a un presidente. Como no hay forma cómo sacar un presidente, lo que encontraron (en 2009) acá es ‘captúrenlo y échenlo fuera’ (a Mel Zelaya). Otro tema que no se ha querido tocar, o se tocó de la manera incorrecta, es la reelección, y la segunda vuelta. Cuando había un solo partido era innecesaria, pero en el país ya no hay bipartidismo”, dijo la experta en referencia a que en Honduras no existe la segunda vuelta electoral.

Consciente de los problemas que enfrenta Honduras, la socióloga cree que más allá de cuál candidato gane es necesario tener un contrapeso en el Congreso, ya que este domingo además de presidente los hondureños eligen alcaldes y diputados.
“Independientemente que gane el Partido Nacional o Libre, la expectativa que yo podría tener sería que el Congreso Nacional se convierta en un sistema de contrapeso y frene los excesos del poder”, dijo.

Denuncias de fraude

Los opositores vienen denunciando fraudes electorales desde las elecciones de 2013 cuando ganó por primera vez Juan Orlando Hernández, por lo que en 2019 se creó un nuevo organismo electoral y se emitieron nuevos documentos de identidad, los DNI que sustituyeron a las cédulas para votar.

No obstante, estos cambios no han despejado las denuncias de posibles fraudes, porque el Consejo Nacional Electoral no ha cumplido con las expectativas, ha habido bloqueos para la inscripción de candidatos opositores y además muchos hondureños no han obtenido aún sus nuevos documentos de identidad, requisito para poder votar este domingo.

“Como conclusión se teme que haya fraude por las inconsistencias de inscribir candidatos, las identidades que no han sido entregadas, porque el órgano electoral carece de orden porque se ha politizado y porque la mayoría de candidatos oficialistas han sido señalados de actos de corrupción”, resumió Cover.

El analista recuerda cómo el oficialismo ha sido señalado por diversas investigaciones periodísticas de estar aliado con el narcotráfico, de hecho, el hermano del actual presidente ha sido juzgado por narcotráfico en un tribunal de Nueva York, un fiscal de esa ciudad ha señalado al mismo Hernández de conexiones con el narco internacional pero además un capo de la droga enjuiciado en Nueva York acusó a Mel Zelaya y Pepe Lobo, expresidente, de haber recibido sobornos del narco. Todos han negado los cargos.