Domingo Muñoz buscaba un espacio para estacionarse cerca de la entrada de un centro comercial del municipio de Veracruz, del estado homónimo, en México, cuando otro automovilista aprovechó una pequeña distracción y se estacionó en el sitio en el que el pretendía hacerlo.
La situación le generó mucha molestia a Muñoz por lo que descendió de su auto y fue a reclamarle al otro automovilista, identificado como Armando “N”.
Testigos aseguran que comenzó a golpear el automóvil que se había estacionado en el sitio que él pretendía ocupar, entonces el otro conductor bajó de su auto y lo enfrentó, la discusión subió de tono, hasta que Armando sacó un cuchillo de cacería y se lo clavó en el ojo izquierdo a Domingo.
Lo más sorprendente para los ahí presentes, fue que a pesar de la gravedad de la herida, Muñoz continuaba reclamándole a su agresor por qué había perdido los estribos de esa manera y utilizado un arma en su contra mientras el mango del cuchillo sobresalía de su ojo.