Quien fue nombrado el hombre más gordo del mundo narra el “repugnante plan” del hospital para deshacerse de su cuerpo

Paul Mason llegó a pesar 508 kilos y fue hospitalizado durante tres años debido a sus múltiples enfermedades y necesidad de operaciones.

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Paul Mason llegó a pesar 508 kilos cuando fue nombrado el hombre más gordo del mundo. Foto AFP

Por Agencias / A. Parada

2021-11-03 7:39:26

Entre la ansiedad, la depresión y los múltiples problemas de salud, Paul Mason pasó tres años de su vida viviendo en un hospital debido a que su excesivo peso le hacía imposible valerse por sí solo, inclusive fue nombrado el hombre más gordo del mundo, un título que le acumuló tristeza y resignación.

Paul es de origen británico y ganó rápidamente peso al llevar una dieta descontrolada y llegar a ingerir hasta 40 barras de chocolate cada día, acarreando problemas de salud que iniciaron con la pérdida de sus dientes, muchos de los cuales fueron extraídos de forma manual parcial o completa por el mismo Paul usando un alicate.

Antes de la pandemia, Paul se encontraba a la espera de varias cirugías por la aparición de hernias, reemplazo de ambas rodillas y cadera, pero la pandemia por Covid-19 hizo que estas fueran suspendidas, llevándolo nuevamente a un estado de profunda depresión.

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Paul cuenta a los medios locales que volver a su casa lo llevó a refugiarse en las papas fritas, esto lo hacía olvidarse momentáneamente del dolor, la angustia y sus pensamientos negativos.

Pero su casa y el hospital no eran un lugar donde él se sintiera seguro, debido a que escuchó los planes que los trabajadores del hospital habían ideado para deshacerse de su cuerpo en caso que este llegara a fallecer ahí.

Al estar internado, Paul tuvo que firmar formas y consentimientos inventados por el hospital los cuales habrían autorizado trasladar su cuerpo fuera del nosocomio a un lugar donde mueren los “animales grandes”; y de esta forma procesar su cuerpo y finalmente incinerarlo en los hornos designados para animales.

Aunque los planes no fueron revelados directamente a Paul, escuchó a los trabajadores y calificó sus intenciones como un “repugnante plan”.

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En el pasado Paul intentó recobrar una vida normal con ayuda de una mujer 13 años menor que él, Rebecca Mountain, una estadounidense con quien se fue a vivir y mantuvo una relación que no tuvo un final feliz.

Rebecca lo ayudó a perder peso y poder someterse a varias cirugías, entre ellas un bypass gástrico y varias sesiones para reducir piel flácida. Pero la relación terminó cuando Paul empezó a deprimirse y romper las dietas llenando su relación de tensión, hasta que todo estalló por un paquete de pan que Paul consumió para mitigar su ansiedad.

“En mi momento más ligero, justo después de mis cirugías, pesaba 114 kilos, pero mi mente no estaba bien, no era esa persona de 114 kilos”, señaló durante una entrevista para The Mirror.

En 2019 Paul regresó a Reino Unido debido a que se había enfrentado a las autoridades en repetidas ocasiones luego de robar alimentos y su deteriorado estado de salud; su regreso fue el primer paso para “volver a encarrilar su vida”.

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“Hace diez años no sabía dónde estaba, pero ahora sé lo que quiero”, señaló Paul, quien esta tratando de llevar una mejor vida, conseguir un apartamento en planta baja y superar los traumas que ha arrastrado durante su vida, entre los que están el maltrato cometido por su padre, quien también tenía problemas de peso, y el abuso cometido por una amiga de la familia.