Todo comenzó el 14 de mayo de 2017 cuando Joan Franco Lazarte salió de su casa ubicada en Río Grande, Argentina, para buscar trabajo y dejó solos a sus dos hijos de 3 y 5 años. Sin embargo, el hombre nunca pensó que ese día ocurriría una tragedia: la propiedad se incendió y los pequeños no pudieron escapar de las llamas.
Lazarte aún no había podido asumir la pérdida de sus niños, cuando un error forense agudizó la tragedia y volvió su vida un calvario. Según el informe de la autopsia realizado por los médicos de Tierra del Fuego, la niña tenía “lesiones compatibles con abuso sexual” y “restos de semen” en su vagina. Inmediatamente, las autoridades tomaron como sospechoso al padre y le dieron prisión preventiva, acusado de “doble homicidio culposo” (por la negligencia de haber dejado a sus hijos sin supervisión adulta) y de “abuso sexual agravado con acceso a carnal”.
Ahora se descubre que el informe de la autopsia de los infantes estaba equivocado, y que el padre pasó 7 meses preso por un delito que no cometió, según datos de Télam, una agencia de noticias.
“No alcanzó a ir al velorio de los menores. Lo autorizaron a participar del entierro esposado y custodiado como si fuera un chacal”, manifestó Francisco Giménez, abogado del imputado, en una entrevista con Télam.
La decisión de encarcelarlo de manera preventiva se debió a que las autoridades consideraron que existía “riesgo de fuga”, ya que este no tenía un “lugar fijo de residencia” porque su casa se había incendiado. Además, no habían apegos emocionales al lugar porque sus hijos estaban muertos. Fue así como el juez de instrucción de Río Grande, Daniel Cesari Hernández, procesó y decretó el encarcelamiento de Lazarte.
En diciembre del año pasado, el hombre logró salir en libertad provisional a cambio de distintas obligaciones impuestas por los Tribunales de Justicia. Lazarte, a pesar del grave error forense, aún continúa procesado.
Giménez pidió en una declaración “estudios más exhaustivos y una pericia de parte del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia Nacional, ya que se confirmó en las últimas horas que el supuesto semen era, en realidad, fluido del propio cuerpo de la niña, por la exposición de calor al fuego, y que las lesiones compatibles con abuso sexual eran quemaduras”.
El abogado también expresó que pondrá una demanda al Estado provincial y los peritos forenses involucrados. “Esta persona pasó por un calvario. Se siente culpable por no haber podido salvar a sus hijos y por haberlos dejado solos para ir a buscar empleo. Y encima tuvo que soportar que lo acusaran de haberlos violado”, sostuvo Giménez.
Aparte de ello, Lazarte comentó que “sufrió una condena social por la difusión de medios” y una “estigmatización de estar acusado de violar a sus propios hijos”.
El abogado concluyó sus argumentos diciendo: “no puede ser que a un hombre sin casa, porque se le incendió, y sin afectos, porque se le acaban de morir sus dos hijos, se le acuse de querer fugarse por falta de arraigo. Eso es crueldad”.