Óscar N. le clavó un cuchillo a Ramón, su yerno, luego de una comida familiar que habían celebrado la noche del 29 de mayo, en el estado de Puebla en México.
Según reporta el periódico Proceso, durante la fiesta, Ramón comenzó a discutir con Andrea, su esposa, a tal punto de golpearla en varias ocasiones frente a los demás invitados.
Ante ello, el padre de Andrea intervino y, al ver que Ramón había tomado un cuchillo para agredirlo, él también hizo lo mismo y ambos se apuñalaron, sin embargo, fue Óscar quien dio el último cuchillazo, asesinando a su yerno en el momento.
De acuerdo con las declaraciones de los testigos, el padre de Andrea en ningún momento trató de huir, y esperó a que las autoridades llegaran a procesar la escena.
Cuando los agentes de la Policía Municipal de Puebla llegaron al lugar de los hechos, Óscar no negó ser el asesino de Ramón y, de hecho, les dijo: “Prefiero que mi hija me visite en la prisión, a que yo la visite en la tumba”.
La celebración familiar por un cumpleaños acabó con Ramón asesinado y Óscar tras las rejas en el Centro de Justicia Social de la ciudad, esperando por un proceso judicial en su contra.
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No obstante, el pasado 5 de junio, un juez de control que días antes había decretado prisión preventiva, estimó que los alegatos de la defensa eran válidos, mismos que demostraron que Óscar había actuado en defensa propia debido a las agresiones que Ramón propinaba contra Andrea y por amenazar, simultáneamente, a su padre con un cuchillo, por lo que decidió desvincular del proceso judicial al imputado y dejarlo en libertad.
Los vecinos y familiares de Óscar también habían exigido justicia días antes al fallo, por tratarse de un acto para defender a su hija, misma que, de no haber sido defendida por su padre, sería una más en las cifras de feminicidio en México.